El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, dijo el viernes que le parecía «gracioso» que el Parlamento Europeo aprobara un informe en el que calificaba a su país de «autocracia electoral».
«Me parece gracioso», dijo Orbán. durante una visita a Belgradola capital de Serbia.
«La única razón por la que no nos reímos es porque estamos aburridos. Es una broma aburrida. Es la tercera o cuarta vez que aprueban una resolución condenando a Hungría en el Parlamento Europeo. Al principio, pensamos que era fue significativo. Pero ahora lo vemos como una broma».
Los comentarios de Orbán se produjeron un día después de que los eurodiputados aprobaran por un amplio margen un informe no vinculante pero muy simbólico en el que declararon que Hungría ya no era una democracia en pleno funcionamiento.
En cambio, el país debería etiquetarse como un «régimen híbrido de autocracia electoral» en el que se celebran elecciones regularmente pero sin respetar las normas democráticas básicas, dijeron los legisladores.
Se cree que esta es la primera vez que una institución de la UE dice formalmente que un estado miembro no es una democracia adecuada, un requisito previo esencial para unirse al bloque.
El informe plantea preocupaciones sobre una larga lista de derechos fundamentales que se consideran amenazados, incluido el sistema electoral, la independencia del poder judicial, la privacidad, la libertad de expresión, el pluralismo de los medios, la libertad académica, los derechos LGBTIQ y la protección de las minorías y los solicitantes de asilo.
Los eurodiputados culpan del «quiebre» del Estado de derecho tanto al Gobierno de Viktor Orbán, que lleva en el poder desde 2010, como a las instituciones de la UE, cuya «falta de acción» ha permitido que el retroceso democrático se haya desatado durante la última década.
En Belgrado, Orbán desestimó los hallazgos y dijo que Bruselas debería centrarse más bien en el empeoramiento de la crisis energética, que considera una consecuencia directa de las sanciones de la UE contra Rusia.
Orbán ha sido acusado de socavar la unidad del bloque tras la guerra de Ucrania y ha logrado diluir varias sanciones, entre ellas un embargo petrolero de gran alcance.
“Cuando miro las sanciones energéticas, veo que nosotros, los europeos, que somos enanos energéticos, hemos tomado sanciones contra un gigante energético”, dijo el líder húngaro, refiriéndose a Rusia, un proveedor mundial de combustibles fósiles.
“Este es un fenómeno totalmente inusual en la historia, y creo que este tipo de cosas no suelen ser buenas. Estamos muy seriamente dañados por estas sanciones. Son malas para nosotros, son dolorosas para nosotros, cuestan mucho dinero. .»
