La producción agrícola tiene un gran desafío por delante en términos de sostenibilidad. En Argentina y el mundo, los productores y las empresas se adaptan rápidamente a los tiempos, pensando siempre en producir más y mejores alimentos.
Precisamente, las principales empresas del mundo que se dedican al desarrollo y fabricación de productos para el cuidado de la producción, son las que suelen dejar de lado “la foto” para ver “la película”. Por eso la entrevista que Ecos365 le realizó es tan importante para el CEO de Rizobacter, Ricardo Yapur, uno de los más reconocidos empresarios de la agroindustria quien pone sobre la mesa la importancia de los productos biológicos y la convivencia que inevitablemente tendrá que darse en el futuro con otras soluciones de alto valor agregado.
– Se ha hablado de buenas prácticas pero también del impacto de la guerra de Ucrania en el agronegocio y el impacto, por ejemplo, en el negocio de los insumos biológicos. ¿Cómo ve el uso de insumos biológicos para esta campaña? ¿Crees que crecerá más de lo que viene creciendo? ¿Cómo lo están proyectando?
– No creo que crezca más por el tema de la guerra. Aunque puede ser que en algunos casos. Y… puede ser que una hectárea más se dedique a la soja, y se inoculen todas las hectáreas de soja en más del 85% en Argentina. Por lo tanto podría haber un mayor uso de fertilizantes biológicos como en el caso de los inoculantes. En el caso de Europa, estoy viendo algunas cosas que hablan de que va a faltar gas este invierno, va a estar muy apretado, no va a producir abono nitrogenado. Cuando llega la primavera seguramente la decisión puede ser usar más leguminosas y en el caso de que sean menos dependientes de fertilizantes químicos se usa un poco más y hay un aumento, pero no creo que sea muy significativo por este tema. Yo sí creo que el aumento es significativo por el medio ambiente, por la demanda de la sociedad de no contaminación, pero no por el hecho de la guerra.
– Según diferentes reportes, puede haber una menor demanda de insumos esta campaña debido a la incertidumbre política, por la sequía. ¿Cómo veis que se va a mover el productor? ¿Qué estarás buscando en ese sentido?
– Eso es complicado. Yo también soy productor agrícola y lo veo complicado. Cuando tuve que comprar abono nitrogenado, normalmente en abril compro toda la campaña y este año, en base a los precios de la urea, compré nada más que trigo y no compré todo lo que viene de maíz. Afortunadamente lo puse en esa parte porque en ese entonces la urea se pagaba $1400 y hoy vale $900.
El productor está al pendiente, así como hoy no vende granos o solo vende lo que necesita, también está al pendiente de los insumos. No sé qué va a terminar pasando con el tema de los ingresos por productos fitosanitarios. Hasta ahora, en general, se ha conseguido lo que se ha querido conseguir. Puede haber cosas muy concretas que no hayan entrado o hayan entrado tarde. Pero en general, hasta ahora no he visto este problema, a pesar de que todos los consultores y todos digan: “Adquiera sus suministros temprano porque el problema puede estar ahí”.
– El propietario mayoritario de la empresa es Bioceres. ¿Cómo combinar este aporte biológico más HB4? ¿Qué puede venir al respecto?
– Bioceres posee el 80% de Rizobacter y Rizobacter es básicamente una empresa biológica. Pero cuando Bioceres compró creo que tuvimos acceso a una muy buena integración. No solo por el tema del HB4, sino por la nueva compra que hizo Bioceres con respecto a Marrone Bio Innovations, una empresa estadounidense que tiene una serie de productos biológicos como biofungicidas, bioinsecticidas, bionematicidas y biohervicidas. Entonces creo que la combinación de Rizobacter, Marrone y HB4 es muy importante de cara al futuro, con menos consumo de agua, menos uso de fitosanitarios y por lo tanto, para obtener mayores rendimientos con menos uso de tierra y agua.
– Según datos de mercado, Marrone permite que Rizobacter produzca unos 18 productos biológicos, ¿es así?
– Sí, Marrone es una empresa que tiene 13 PHD con los que desarrolló 18 productos. Pero no solo los desarrolló sino que también los patentó y registró. Básicamente en algunas geografías como Estados Unidos y Canadá y algunos productos en otras geografías. ¿Cuál es el futuro para nosotros? Registrarse en todas las demás geografías donde Rizobacter está presente, que son más de 45 países, y poder llevar todos esos biológicos a todos esos países con nuestra estructura de ventas. Que hoy es una estructura importante.
– Aparte de esos productos que ya están y que están todos estos procesos de patentamiento, en términos de desarrollo de insumos, ¿hacia dónde van? ¿Qué va a potenciar esta sinergia entre las empresas? No de forma inmediata, sino a medio y largo plazo.
– Lo dijiste bien, estos son productos de mediano y largo plazo. El día que el director general de Bioceres me dijo que estaba pensando en ver si podíamos comprar esto, me pareció una idea fantástica porque complementa perfectamente todos nuestros productos. Pero fui muy claro cuando le dije que estás comprando el futuro, no estás comprando el presente. Creo que el futuro es fantástico. Es muy bueno porque los productos que tiene Marrone son de muy buena calidad. El mundo de hoy demanda estos productos. Cuando Rizobacter nació hace 45 años parecía una utopía poder controlar una enfermedad con un producto biológico, pero hoy ya es una realidad y están en el mercado.
La compañía anunció una inversión millonaria este año para ampliar la planta de producción de productos biológicos con sede en Pergamino.
– ¿Y cómo está viendo el mercado? Porque dijiste que el productor es…
