mayo 2, 2024

Una crisis de recursos humanos en la Comisión se produce antes de un delicado cambio de guardia en Bruselas.

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El controvertido enviado para las pequeñas empresas, Markus Pieper, ya no asumirá funciones en la Comisión Europea, pero el escándalo se produce en un momento delicado en Bruselas.

La decisión de entregar un lucrativo puesto oficial por 20.000 euros al mes a Pieper, miembro del mismo partido político alemán que la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, podría tener repercusiones complejas antes de las elecciones europeas previstas para junio.

En una declaración publicada en X, el propio Pieper dijo que se había «abusado del cargo por razones partidistas» y acusó al Comisario de Industria de la UE, Thierry Breton, de haber «boicoteado» su nombramiento.

“Las cosas serán diferentes después de las elecciones europeas con las nuevas mayorías previsibles”, añadió Pieper, sugiriendo que los futuros reclutamientos de funcionarios de la Comisión podrían verse influenciados por las elecciones de junio, en las que se prevé un aumento del apoyo a los partidos de derecha.

Fuentes cercanas a Breton dijeron que las acusaciones de Pieper eran «ridículas en el mejor de los casos», mientras que el portavoz principal de la Comisión, Eric Mamer, se negó a hacer comentarios.

Pero Mamer fue sincero en cuanto a que las turbulencias preelectorales habían influido, después de que los eurodiputados votaran 382-144 a favor de rescindir el nombramiento.

«El contexto en el que se ha desarrollado todo este procedimiento en las últimas semanas no es sereno», afirmó Mamer. «Esperar al final de las elecciones nos llevará a un momento en el que el procedimiento podrá llevarse a cabo en un entorno mejor».

La contratación de Pieper generó controversia dadas las acusaciones de que obtuvo peores calificaciones en las pruebas de evaluación que otros candidatos, y no contó con el apoyo de Breton, el comisionado de cartera para el puesto, en aparente contradicción con las pautas oficiales de nombramiento de altos cargos.

Piepergate llega en un momento delicado

Llega en un momento clave en Bruselas, con cambios pendientes tanto en la Comisión como en el Parlamento.

Von der Leyen está actualmente haciendo campaña para un segundo mandato de cinco años como candidata del Partido Popular Europeo de centroderecha.

Según la mayoría de las encuestas, el PPE probablemente obtendrá el primer lugar, pero es poco probable que ella obtenga una mayoría absoluta. Para ser elegida para el cargo, es casi seguro que tendrá que formar algún tipo de coalición con los eurodiputados que actualmente son sus rivales.

Y esos legisladores ciertamente están sacando provecho del escándalo.

Von der Leyen “fue demasiado lejos” al nombrar a Pieper, y “su renuncia fue la única salida a la situación insoportable” que ella y el PPE habían creado, decía una publicación en X de los Socialistas y Demócratas, el segundo partido más grande del Parlamento.

Daniel Caspary y Angelika Niebler, eurodiputados que encabezan la delegación alemana del PPE, dijeron que era «lamentable» que el nombramiento hubiera sido «saboteado» y se hubiera convertido en una «pura cuestión de campaña electoral».

«Markus Pieper habría sido un muy buen enviado de las PYME para la Comisión Europea», dijeron Niebler y Caspary en un comunicado enviado por correo electrónico. “Sus años de compromiso con las pequeñas y medianas empresas lo hacían ideal para esta tarea”.

Aunque el Piepergate no cambiará el precio de la mantequilla, las crisis de contratación en la UE a veces pueden tener un impacto enorme.

Hace mucho tiempo, en 1999, el anterior presidente de la Comisión, Jacques Santer, se vio obligado a dimitir tras un escándalo en el que uno de sus comisarios contrató a un dentista para un alto puesto de asesoramiento.

Y en un discurso la semana pasada, el Defensor del Pueblo de la UE, responsable de investigar los casos de mala administración, destacó “algunos motivos de preocupación” en la politización de las funciones oficiales.

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Aunque no se refirió directamente al caso Pieper, la Defensora del Pueblo Emily O’Reilly dijo que «también ha habido una evolución política manifiesta en las perspectivas» del máximo órgano de toma de decisiones de la Comisión, y advirtió que «esta deriva hacia una politización abierta podría extenderse más profundamente en el funcionamiento del sistema”.

Mamer dijo hoy que «no hay razón» para que O’Reilly investigue más a fondo el caso Pieper, ya que la Comisión «respetó todos los procedimientos pertinentes en lo que respecta al proceso de selección».

ACTUALIZAR (16 de abril, 15:40 CET): añade la declaración de Niebler/Caspary

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