La etapa de Tyrese Rice en el FC Barcelona no cumplió con las altas expectativas generadas. En verano de 2016, llegaba al Palau Blaugrana uno de los jugadores más determinantes del continente y más deseado en el mercado Euroliga.
Un jugador diferencial para tratar de romper una hegemonía ya bastante consolidada por el Real Madrid, en el intento de reforzar una plantilla que encaraba una nueva etapa, con el adiós de Xavi Pascual del banquillo azulgrana, y la llegada de Georgios Bartzokas, que tampoco resultó funcionar como se esperaba.
Una temporada 16/17 complicada para el Barça
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La 16/17 fue una temporada excesivamente complicada en Barcelona, con las salidas ‘inesperadas’ de Tomas Satoransky y Álex Abrines a la NBA, problemas constantes de lesiones que supusieron los fichajes de Jonathan Holmes, Xavier Munford o Victor Faverani, y una campaña en la que no se logró la clasificación para el playoff de cuartos en Euroliga, y se cayó en cuartos de final del playoff de Liga Endesa ante Valencia Basket, verdugo también en las semis de Copa.
Apartado por su indisciplina el segundo año de contrato
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Con un año más de contrato, el Barça apartó a Rice del equipo por los constantes actos de indisciplina fuera de cancha. Su presencia en el Casino de Barcelona era habitual, y de sobras es recordada una situación rocambolesca en la que, tras llegar tarde al encuentro con el resto de la expedición azulgrana para viajar a Valencia en el playoff ACB, tuvo que ser Juan Carlos Navarro, lesionado para aquel duelo, quien hiciese de chofer y recorrer en coche los 350 kilómetros que separan Barcelona y Valencia.
Su gran deseo no cumplido
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Tras disputar su último año como profesional en el AEK Atenas, Rice puso punto final a su trayectoria deportiva en 2020, y lo hizo con una gran espina clavada, tal y como ha admitido en una charla con ‘Eurohoops’: haber vestido la camiseta del Real Madrid.
Las palabras de Rice sobre su juego
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«Por algún motivo, siempre quise jugar en el Madrid. Siempre sentí que encajaría muy bien, que sería capaz de mostrar cosas en mi juego que la gente, probablemente, no conocía de mí», explicó al portal de noticias de baloncesto.
Tyrese Rice, en la final de la Euroliga de 2014 contra el Real Madrid / EFE
Elogios hacia Luka Doncic
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En 2015, 2016, mucha gente podía tener la sensación de que yo era un dominador del balón, cuando era un jugador protagonista. Pero en realidad, me hubiera encantado coincidir con seis o siete compañeros que pudieran hacerse cargo del juego, me hubiese facilitado las cosas. Tan solo Luka Doncic era un jugador que salía a pista y hacía lo que quería noche tras noche», comentó.
Verdugo del Madrid en la Euroliga de 2014
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Un Tyrese Rice que no ha escondido el deseo de haber jugado para un equipo al que ‘destrozó’ en la final de la Euroliga de 2014. El Medionalum Forum de Milán fue el escenario donde el base estadounidense se fue hasta los 26 puntos en el triunfo en la prórroga por 86-98 de Maccabi ante el Real Madrid.
