Para entender por qué persiste el problema del agua en Hialeah, DIARIO LAS AMÉRICAS entrevistó al ingeniero Armando Vidal, quien ha estado al frente del Departamento de Obras Públicas durante 25 años y es quizás la persona más informada sobre este tema en la ciudad. También hablamos con el alcalde Esteban Bovo, quien nos dijo que busca entender los entresijos del tema para tomar una decisión informada sobre el futuro del Departamento de Acueductos y Alcantarillados.
El origen del problema
Según Vidal, el problema empezó en 2012, cuando el Ayuntamiento estaba en crisis económica y tenía «el fondo general al borde de la quiebra» por la presión que ejercía el coste de las pensiones. “Como los boletos que tenemos hoy no existían, el alcalde y el concejo en ese momento decidieron buscar una solución rápida y fácil: tomar el dinero del Departamento de Agua. Nos quitaron 19 millones de dólares que teníamos de reserva y durante mucho tiempo, cada año, el Departamento aportaba unos 6 millones”, dice Vidal.
Para hacerlo legalmente, aprobaron lo que llamaron el pago de una franquicia que justificaba que parte del dinero pagado por los vecinos por el servicio de agua fuera utilizado para financiar el fondo general que, según la Constitución [de Florida]debe ser pagado a través de impuestos a la propiedad, dijo Vidal.
“Desnudaron a un santo para vestir a otro”, dijo, y desde entonces la Dirección de Aguas se ha quedado sin los recursos necesarios que le permitan invertir en la infraestructura que paga el vecino.
De esta explicación se deduce que a los residentes de Hialeah se les cobra un recargo por los servicios que en realidad podría considerarse un impuesto oculto.
Las franquicias aportan el 7% del presupuesto del fondo general de 2023. Es decir, unos 13 millones de dólares.
Situación de la infraestructura
El alcalde Bovo lamentó que, por mucho tiempo, la Ciudad ignoró hacer las inversiones necesarias en infraestructura. Por ello -en 2019- se vio en la situación de otorgar -ilegalmente- licencias “debajo de la mesa”, cuando el Departamento de Servicios Ambientales del Condado (DERM) no autorizó la conexión de nuevos negocios, no hay capacidad para gestionar el flujo de aguas residuales.
Según Vidal, el escenario actual es diferente. De las 100 estaciones de bombeo de agua de la ciudad, hay 17 que requieren mantenimiento. Los otros 83 funcionan bien.
hay dinero
“En el último año del alcalde Carlos Hernández recibimos 22 millones de dólares del gobierno federal. El alcalde Bovo nos dio 18. Es decir, tenemos 40 millones de dólares para hacer diferentes proyectos de renovación de infraestructura”.
“De los 22 millones, 15 se están invirtiendo en reparaciones en diferentes zonas de la ciudad. Nos quedan siete, por lo que estamos pidiendo presupuestos para otros proyectos que estamos pensando hacer. Además, hay que programar el gasto de los otros 18 millones en los próximos cuatro años”, precisó Vidal.
Lo que pasa es que «ningún político le promete al votante que va a invertir en agua y alcantarillado», dijo Bovo, quien considera que «nunca se ha hablado honestamente con la gente para decirle que arreglar una de estas bombas de agua va a costó cuatro millones y «hay que morder el cordobés» y arreglarlo. Porque después de esa inversión se pueden abrir 400 negocios que van a producir ingresos para la ciudad”. El alcalde se comprometió a tener esa conversación con los vecinos.
Atención al cliente
Este jefe de departamento, cuyo salario supera los $240.000 anuales, reconoció que el problema de la atención al cliente es crítico.
Si un residente viene a quejarse porque recibió una factura de $1,500. Hay que tratarlo bien y enviar urgentemente un inspector a su domicilio. Aclaró que si el agua pasa por el medidor, “tenemos que cobrarla como se le pagó a Miami-Dade”. En todo caso, hay que analizar qué provoca el aumento y explicar a los vecinos lo caro que es el precio del servicio de alcantarillado.
Planta de agua, ¿sí o no?
Hialeah y Miami-Dade comparten una Planta de Ósmosis Inversa que produce 17 millones de galones de agua potable al día, operada por la empresa española GS INIMA, la cual se encarga de distribuir 8.5 millones de galones de agua diarios a cada partido. Líquido que proviene de un acuífero de 1,200 pies de profundidad.
Pero Hialeah necesita alrededor de 23 millones de galones por día para satisfacer las necesidades de sus 230.000 residentes. Es decir, hay que comprarle al Condado unos 14,5 millones de galones diarios.
Vidal señaló que le cuesta a la ciudad $3 producir 1,000 galones de agua en la planta. Mientras tanto, el condado obtiene la mayor parte de su agua de otra planta, que tiene un precio de $1.8 por 1,000 galones, «ya que se extrae del acuífero de Biscayne que tiene solo 150 pies de profundidad».
Teniendo en cuenta estas cifras, si Hialeah comprara toda su agua del condado, como hacen otras ciudades, costaría poco más de $15 millones al año. Pero, al mezclar el agua que produce con el agua que le compra al Condado, el costo aumenta a casi $19 millones. Es decir, Hialeah paga casi 4 millones de dólares más al año para producir su propia agua. Además, operar un departamento de agua donde laboran alrededor de 100 empleados con sus respectivos sueldos, beneficios y pensiones.
Pese a ello, Vidal justificó la necesidad de la planta. “Fue un éxito ya que permitió el desarrollo y expansión de la ciudad. Antes de la existencia de la planta, el fondo general de la ciudad recibía alrededor de $60 millones en impuestos a la propiedad. Hoy recibe más de 90 millones.
precio del agua
La factura del agua se compone de varios elementos: agua, alcantarillado, impuestos, recargo DERM y recargo de franquicia.
Vidal mostró una tabla que muestra que Hialeah es la sexta ciudad más cara en cuanto al costo del alcantarillado. “No sucede lo mismo con el precio del agua, Hialeah ocupa el undécimo lugar en la tabla”, dijo.
entender el tema
“Tarde o temprano tiene que haber una transición en el Departamento. Antes de que llegue ese día, trato de tener toda la información necesaria para tomar las decisiones», dijo Bovo…
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