Si bien no mueve sustancialmente la aguja del suministro, la medida es una sacudida en un mercado petrolero convulsionado por las sanciones contra Rusia por invadir Ucrania, concuerdan los analistas. Washington ratifica su disposición a revisar las sanciones contra Venezuela si avanzan las negociaciones entre el dictador Nicolás Maduro y la oposición.
Sin un consenso sobre las elecciones presidenciales de 2024, principal reclamo de la oposición, los partidos firmaron este sábado en México un acuerdo para gestionar la liberación de 3.000 millones de dólares de Venezuela bloqueados en el exterior y destinarlos a proyectos sociales.
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¿Qué gana Venezuela?
Chevron tiene cuatro empresas mixtas con PDVSA: Petroboscán, Petropiar, Petroindependencia y Petroindependiente.
Hoy producen en conjunto unos 50.000 barriles de crudo por día, estima Francisco Monaldi, director del Programa de Energía para América Latina del Instituto Baker de la Universidad Rice de Texas.
“Probablemente podría aumentar la producción en los próximos seis meses en 50.000 o 60.000 barriles por día” (bd), comenta Monaldi. “Pasaría de 50.000, digamos, a 100.000, pero después (Chevron) tendría que invertir para llegar a su máxima capacidad, que es como 220.000, y eso llevaría unos dos años».
La producción de Venezuela, que hace dos décadas era de 3,2 millones de bd (mbd), se mantiene estancada en unos 700.000 bd este año, según la OPEP.
En ese contexto, es difícil superar el total de 200.000 bd que producían las empresas antes de las sanciones, destacó Pilar Navarro, analista para América Latina de la firma Medley Advisors.
«Para aumentar la producción por encima de eso necesita más capital, que PDVSA no tieney no vemos a Chevron con apetito» para inyectarla, dice.
Cuando las sanciones petroleras de EE. UU. entraron en vigencia en 2019, Chevron recibió una exención para comercializar crudo venezolano y cobrar deudas pendientes, pero esa disposición se suspendió en 2020.
Las restricciones a PDVSA y al régimen venezolano significarían ahora que «una buena parte» de la producción se destinará a pagar deudas de la estatal con la norteamericana, que ascienden a 5.000 millones de dólares, considera Monaldi.
“La pregunta es qué tan interesado puede estar Nicolás Maduro en envíos que básicamente van a pagar deudas”, agrega.
“Autorizo a Chevron a salir a venderme la petrolera, pero sin pagar impuestos, regalías y dividendos. (…). Es una autorización como la que le haría el emperador romano a un procónsul”, ironiza la petrolera. experto Carlos Mendoza Potella. «Se está imponiendo la Pax Romana».
En un artículo, el economista Francisco Rodríguez consideró «simbólica» esta prohibición, alegando que los pagos «no recaen sobre Chevron», sino sobre las empresas de las que es socia.
¿Qué gana Estados Unidos?
La eventual recuperación de la producción de las empresas mixtas de Chevron y PDVSA Es «importante» para Venezuela, pero «no es significativo para la producción mundial»dice Monaldi.
Aclara, sin embargo, que la licencia es una “buena noticia” para las refinerías de la costa del Golfo de México, adaptada al crudo pesado y extrapesado venezolano.
El resto de las sanciones se seguirán aplicando «enérgicamente», subrayó Washington.
La administración de Joe Biden ha establecido contactos con Maduro, admitiendo que el petróleo de Venezuela podría ser útil en el contexto actual. Estados Unidos importó, sin embargo, unos 700.000 bd de Rusia según su agencia energética, cuota imposible de cubrir con la capacidad de suministro venezolana.
“Esta relajación (…) se debe a que el gobierno de Maduro está en una posición mucho más consolidada y la oposición, como contraparte, en una mucho más débil”, dice Navarro.
¿Qué ganan los terceros?
Empresas como la italiana Eni y la española Repsol se ven en el espejo de Chevron.
“Eni y Repsol ya obtuvieron autorizaciones para tomar carga para pagar la deuda con Europa y seguirán tratando de obtener más”, dice Monaldi, quien señala que empresas como Reliance, de India, también están en línea.
Estados Unidos ha sido históricamente el mayor cliente de PDVSA, a quien le compró 500.000bd antes de las sanciones. Venezuela recurrió entonces a India, China y Rusia como principales compradores.
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