Las consecuencias de la sequía atroz que azotó la producción argentina comenzarán a sentirse en breve. Una reducción drástica en la cosecha de soja representa un obstáculo para toda la cadena, desde el productor, pasando por la industria y todos aquellos rubros que directa o indirectamente se vinculan con el sector.
Por eso, la preocupación por lo que vendrá es muy grande y la incertidumbre también. En diálogo con Ecos365, el presidente de la Asociación Argentina de la Cadena de la Soja (ACSOJA), Luis Zubizarreta, advirtió que habrá un «problema grave» de capacidad ociosa, que ya estaba en niveles elevados. “Ahora se va a multiplicar y va a estar muy por debajo del mínimo histórico”, admitió.
Cabe señalar que los últimos datos oficiales de molienda de soja, correspondientes a enero de 2023, muestran un procesamiento de frijol de apenas 1.905 millones de toneladas, la cifra más baja de la última década que representa el 68% de la capacidad ociosa.
Al mismo tiempo, apuntó que la situación podría verse levemente mitigada «por alguna importación temporal» que se producirá «de forma creciente» respecto a otros años. “Argentina va a traer frijol para agregar valor aquí, para generar parte del trabajo para esta industria parada y obviamente eso puede ayudar, pero será marginal”, reconoció.
Con base en este escenario, el empresario anticipó que “será un año muy complejo, con una industria parada gran parte del año y con menor producción de biodiesel y harina. En todo caso, aclaró: “el mercado interno estará abastecido como siempre”.
Finalmente, cerró con un mensaje optimista debido a las previsiones climáticas existentes, que prevén una normalización de las precipitaciones durante el otoño. “Esperemos que con las lluvias se recuperen los perfiles y el año que viene podamos tomar revancha”, deseó.
