Desde el 6 de noviembre de 23, 300 soldados del ejército estadounidense y el Guardia Nacional del estado de Nueva York se sumaron mil soldados del Ejército brasileño para realizar los ejercicios Vanguardia 24.
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La dictadura venezolana viene difundiendo el rumor de que prepara una acción militar en el territorio de la Guayana Esequiba, el territorio ubicado al oeste del río Esequibo sobre el cual existe una disputa territorial desde antes de la existencia de la actual República Cooperativa de Guayana.
Impulsados por el interés del gobierno brasileño en reactivar el extinto esquema sudamericano Unasur, el 05OCT23 los gobiernos de América del Sur aprobaron el documento “Hoja de ruta para la integración de América del Sur” que contempla varias áreas de acción incluyendo el área militar. En este contexto, el 22NOV23 tuvo lugar una reunión de ministros de Relaciones Exteriores y de Defensa de América del Sur en el Palacio de Itamaraty, sede de la diplomacia brasileña. En la declaración final firmada, los ministros y enviados declararon a América del Sur como una “región de paz y cooperación” y acordaron “retomar el diálogo regular sobre temas de interés estratégico”. El ambiente de camaradería entre diplomáticos y militares fue roto por los enviados de Maduro, su canciller Yvan Gil y el viceministro de Educación para la Defensa Félix Osorio. Según el periodista Ricardo Della Colleta de Folha de São Paulo, citando a los asistentes al evento, los enviados de Maduro lanzaron amenazas abiertas contra Guyana, país cuyos representantes se encontraban en la sala. Gil y Osorio habrían afirmado que el gobierno de Maduro “podría ser obligado por el pueblo” a tomar “determinadas actitudes” tras realizar un referéndum convocado por el chavismo para el 03DEC23. A través de sus representantes y teniendo como escenario la sede diplomática brasileña, Maduro hizo saber a los gobiernos sudamericanos su intención de una aventura militar contra Guyana.
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El mismo día, 22NOV23, se encontraba en Caracas el asesor presidencial y jefe de facto de la diplomacia brasileña, Celso Amorim. En el Palacio de Miraflores, Maduro recibió a Amorim quien llevaba un mensaje directo de Lula preocupado por una posible acción militar en territorio Esequibo. Los detalles de la reunión Maduro-Amorim no fueron revelados. Según un cable ampliamente distribuido de la agencia española EFE el 29NOV23, Brasil habría “reforzado su presencia militar en la frontera norte del país como resultado de las tensiones diplomáticas entre Venezuela y Guyana por la región del Esequibo”. Citando un «comunicado del Ministerio de Defensa brasileño», EFE aseguró que «se han intensificado las acciones de defensa en la región fronteriza norte del país, promoviendo una mayor presencia militar». Pero en realidad Lula no ha ordenado ningún despliegue militar en la zona fronteriza.
La agenda de Lula para el 1 de diciembre de 23 en Dubai, donde se realizaba la Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático, incluía una reunión con el presidente guyanés, Mohamed Irfaan Ali.
Varias fuentes radicadas en Brasil y que dan seguimiento a la cuestión militar, consultadas para este Informe, confirman que las fuerzas militares brasileñas han puesto en alerta a los contingentes radicados en el estado fronterizo de Roraima. Pero el gobierno brasileño, contrariamente a lo que parece sugerir el cable publicado por la agencia EFE, no ha tomado ninguna medida de declaración de “movilización nacional” (los preparativos logísticos para afrontar un escenario bélico) y mucho menos movimiento de tropas hacia la frontera. .
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El 23OCT23, el régimen chavista convocó a un referéndum sobre la cuestión del territorio Esequibo, pidiendo que la población se pronuncie sobre los límites con Guyana, rechace a la Corte Internacional de Justicia como árbitro de la disputa con Guyana sobre esos límites y apruebe la incorporación del territorio Esequibo como nuevo estado de la república. El chavismo, gobernante en Venezuela desde 1999 y ideológica y políticamente dependiente del régimen cubano, nunca prestó atención a la cuestión fronteriza, recordando incluso declaraciones de Hugo Chávez favoreciendo a Guyana a otorgar concesiones para la explotación del territorio en disputa. Mientras tanto, Guyana, especialmente desde la llegada de Maduro a la Presidencia en 2013, ha sido muy activa en el otorgamiento de licencias de explotación petrolera en aguas sujetas a delimitación y demandó a Venezuela en 2018 ante la CIJ. El actual afán nacionalista del régimen chavista es, sin duda, la ruta elegida para recuperar simpatías políticas, compensar tendencias opositoras y recuperar el control de la agenda política interna. El aparato propagandístico del régimen chavista se activó, como en una feria electoral, para estimular y obligar a la población a participar en el referéndum.
El 30OCT23, el gobierno de Guyana, que también juega la carta nacionalista, apeló a la CIJ pidiendo medidas provisionales que ordenarían a Maduro suspender su referéndum y ordenar que Venezuela no adopte “ninguna medida que tenga como objetivo preparar o permitir el ejercicio de soberanía o control de facto sobre cualquier territorio que le fue otorgado a la Guayana Británica en el Laudo Arbitral de 1899. Además, Guyana solicitó a la CIJ que ordene que «Venezuela se abstendrá de cualquier acción que pueda agravar o extender la controversia ante la Corte o dificultar su resolución.»
Según el fallo emitido el 01DEC23 por la CIJ, a partir de las declaraciones de los enviados de Maduro ante la Corte (Delcy Rodríguez y el embajador ante la ONU Samuel Moncada), el jefe militar Vladimir Padrino y el propio Maduro, los magistrados entienden que el régimen venezolano “está tomando medidas con miras a adquirir el control y administrar el territorio en disputa”.
La decisión de la CIJ considera creíbles las amenazas militares del régimen venezolano y, en consecuencia, considera que están dadas las condiciones para dictar “medidas provisionales”. Como recordó la propia CIJ en su sentencia del 01DEC23, tiene la “facultad” de “indicar medidas provisionales” cuando exista un estado de “urgencia”, en el sentido “de que exista un riesgo real e inminente de un daño irreparable a los derechos reclamados antes de que la Corte emita su decisión final”. Y añade que «la condición de urgencia es cuando hechos susceptibles de causar daños irreparables» pueden «ocurrir en cualquier momento».
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Si bien la CIJ no se pronunció el 01DEC23 sobre el referéndum impulsado por el régimen o, por ejemplo, sobre las concesiones petroleras que Guyana ha otorgado en zonas no delimitadas, sí decidió “indicar medidas provisionales”. Indio…
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