mayo 2, 2024

Contra todo pronóstico aparente, los equipos de rescate en Antakya se abren camino a través de enormes montículos de escombros en misiones peligrosas y aparentemente interminables. Los impulsa la esperanza de encontrar sobrevivientes, cinco días después de que zonas de Turquía y Siria fueran azotadas por el devastador terremoto de magnitud 7,8 del lunes.

Me invitaron a acompañar una de esas misiones y pudimos filmar mientras el equipo turco, muchos de ellos voluntarios sin experiencia previa, excavaban y tamizaban entre los escombros en busca de señales o sonidos de sobrevivientes.

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Un edificio de cinco pisos había quedado reducido a un montículo de losas de concreto y metal retorcido, pero durante cuatro horas los rescatistas trabajaron, convencidos de que habían escuchado ruidos.

Pidieron silencio en la calle, esforzándose por escuchar, con la esperanza de poder comunicarse con alguien atrapado abajo.

Y luego, en este momento crucial, un grito repentino desde la superficie: una advertencia de que una presa se había reventado en las afueras de la ciudad. Los rescatistas se apresuraron a huir de la escena.

Pero finalmente se dieron cuenta de que era una falsa alarma. Los funcionarios turcos acusan a los saqueadores de difundir información errónea, con la esperanza de sacar provecho del caos resultante.

Pasada la alarma, se reanudó la búsqueda con equipo especializado y la asistencia de familiares que intentaron explicar el plano del edificio antes del desastre.

Nurdan Yilmaz estaba entre ellos.

Ella nos dijo: “Estoy esperando a mi hermano, su esposa y sus hijos. Tengo esperanza, porque hay sobrevivientes que salieron vivos de los escombros. No he perdido mi fe”.

Pero a pesar de todas las esperanzas y la fe de la familia y los rescatistas, la misión terminaría en tristeza y desesperación cuando se recuperó un cuerpo de la escena. Parecía que el milagro que habían esperado no estaba destinado a suceder esa noche.

Y el dolor que ya era inmenso se hizo un poco más grande.

Como si la ola de dolor y destrucción que sumerge a este país no quisiera retroceder.

Continuar leyendo este Titular: La corresponsal de Euronews International Anelise Borges con un equipo de rescate del terremoto de Turquía