El proyecto de ley, llamado Ley de Libertad para Exportar a Cuba, fue presentado por los senadores Amy Klobuchar (D-Minnesota), Jerry Moran (Republicano de Kansas), Chris Murphy (Demócrata de Connecticut), Roger Marshall (Republicano de Kansas) y Elizabeth Warren (Demócrata de Massachusetts).
“He presionado durante mucho tiempo para reformar nuestra relación con Cuba, que durante décadas se ha definido por conflictos del pasado en lugar de mirar hacia el futuro”, dijo Klobuchar en un comunicado, citado por The Hill.
“Al poner fin al embargo comercial con Cuba de una vez por todas, nuestra legislación bipartidista pasará la página de la fallida política de aislamiento, al tiempo que crea un nuevo mercado de exportación y genera oportunidades económicas para las empresas estadounidenses”, agregó.
No es coincidencia que los dos copatrocinadores republicanos, Marshall y Moran, sean de Kansas, un importante estado agrícola, recalca la nota.
“El embargo comercial unilateral a Cuba impide que nuestros propios agricultores, ganaderos y fabricantes vendan en un mercado a solo 90 millas de nuestra costa, mientras que los competidores extranjeros se benefician a costa nuestra”, dijo Moran.
Aunque Estados Unidos es el principal exportador de alimentos a Cuba, las restricciones comerciales dificultan que los agricultores estadounidenses vendan más alimentos a la isla, según un informe de 2021 del Servicio de Investigación del Congreso (CRS).
«Me enorgullece firmar la Ley de Libertad para Exportar a Cuba. Es importante que Estados Unidos impulse nuestras oportunidades económicas y aumente el acceso al mercado para los productos fabricados en Estados Unidos», dijo Marshall.
Según el informe de CRS, Cuba era el noveno mercado de exportación de productos agrícolas estadounidenses antes de 1960; ahora se ubica como el mercado número 50, según el Departamento de Agricultura de EE. UU.
«Esta legislación ampliará las oportunidades de mercado para los productores estadounidenses al permitirles competir en igualdad de condiciones con otros países. Es hora de enmendar nuestras propias leyes para dar a los productores estadounidenses un acceso justo al mercado para los consumidores en Cuba», reiteró Moran. .
Según los impulsores del proyecto de ley, mantendría las restricciones derivadas de las sanciones que castigan las violaciones a los derechos humanos por parte del gobierno cubano, aunque la nota no explica cuáles serían.
“Podemos ampliar las oportunidades para que las empresas y los agricultores estadounidenses comercien con Cuba sin dejar de responsabilizar al gobierno cubano por su historial de derechos humanos. Esta legislación bipartidista es una solución inteligente que creará empleos estadounidenses y beneficiará al pueblo cubano”, dijo Murphy. .
Si el proyecto de ley es aceptado por el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, enfrentará al senador republicano Marco Rubio y al presidente demócrata del Senado, Bob Menéndez, ambos cubanoamericanos y fuertes opositores al levantamiento de las sanciones contra La Habana.
Según The Hill, incluso si la iniciativa pasa por alto un veto en ese momento, es poco probable que vaya a votación a menos que el liderazgo esté convencido de que hay suficiente apoyo para obtener 60 votos.
Aun así, el proyecto de ley da voz a quienes buscan repensar una política hacia Cuba, entre los que se encuentran lobbies que desde hace años viajan a La Habana para reunirse con funcionarios del régimen.
La Proclamación Presidencial 3447, firmada por el presidente John F. Kenney el 3 de febrero de 1962, decreta un «embargo total al comercio con Cuba». En vísperas de su entrada en vigor el día 7, Kennedy supuestamente garantizó el consumo de 1.200 puros cubanos, un bien desde entonces prohibido a los estadounidenses.
Desde su implementación, algunos militantes de izquierda y la propia dictadura cubana han tratado de justificar la severa crisis económica y el desgobierno de lo que el régimen se empeña en llamar el “bloqueo”. En cuanto al tema, es necesario analizar varios elementos. El senador Marcos Rubio lo definió en un pleno entre legisladores: “Los responsables de la política hacia Cuba en la Casa Blanca, en el Consejo de Seguridad Nacional y en el Departamento de Estado han sido durante mucho tiempo defensores del diálogo con el régimen y de una apertura económica, han querido sacar el embargo y ese tipo de cosas. La pregunta fundamental que nos hacen es: ¿Está sufriendo el pueblo de Cuba, está pasando el pueblo de Cuba un momento económico difícil? Yo diría que tienen por 62 años. ¿Por qué no nos deshacemos del embargo? Les haría la vida más fácil».
Para derrotar los argumentos de la dictadura, Rubio se basó simplemente en las estadísticas:
“Primero que nada, permítanme comenzar diciendo que no hay barcos estadounidenses que bloqueen o rodeen a Cuba. De hecho, Cuba francamente no tiene un embargo en la forma en que la gente piensa. Cuba comercia con el mundo entero. Por ejemplo, Cuba exporta 1.200 millones de dólares cada año, que no parece mucho, pero lo es para una isla de 11 millones de habitantes. Exportan $461 millones a China, $127 millones a España, $65 millones a Holanda, $64 a Alemania. Este no es un país aislado, comercian con todos los países del mundo, ¡importan $5,300 millones de dólares al año! Sólo con España importan mil millones de dólares. Otros $790 millones de China, $327 millones de Italia, $295 millones de Canadá y Rusia. Entonces importan más de $5 mil millones de dólares, exportan más de $1,2 mil millones de dólares. Cuba no está aislada, comercia con todos los países, este régimen comercia prácticamente con todos los países del planeta. ¿Sabes con quién más comercian? Con Estados Unidos de América: Importan casi $280 millones de dólares al año, casi tanto como lo hacen con Canadá y Rusia. Y nadie acusa a Canadá o Rusia de bloquear a Cuba. El 66 por ciento del pollo que se consume en Cuba proviene de Estados Unidos. La mitad de su soja proviene de los Estados Unidos. Solo hay un bloqueo en Cuba. Y es el bloqueo que este régimen ha impuesto a su pueblo”.
Para quienes piden el fin del embargo, Rubio aclaró: “La ley que codificó el embargo tiene una cláusula que automáticamente desencadena el fin del mismo. ¿Y quiere saber cuál es este estándar estricto que está en esta ley? Liberación de presos políticos, prensa libre, elecciones libres, justas y multipartidistas. El régimen hace esas tres cosas y el embargo termina automáticamente.
FUENTE: DIARIO DE CUBA / EDITORIAL
