Francia y el sur y el este de Inglaterra experimentaron el julio más seco registrado, lo que hizo que los recursos hídricos, que ya eran insuficientes, fueran aún más escasos, lo que obligó a aplicar restricciones en ambos lados del Canal.
En Francia, donde una intensa sequía ha golpeado a los agricultores y ha provocado límites generalizados en el uso de agua dulce, hubo solo 9,7 milímetros de lluvia el mes pasado, dijo Meteo France.
Esto fue un 84% inferior al promedio visto en julio desde 1991, lo que lo convierte en el segundo mes más seco desde marzo de 1961, agregó la agencia.
Mientras tanto, franjas del sur y este de Inglaterra registraron las precipitaciones más bajas registradas en julio, según declaró el lunes la Oficina Meteorológica del Reino Unido, que ha estado compilando registros desde 1836.
Toda Inglaterra registró un promedio de 23,1 mm de lluvia, la cifra más baja para el mes desde 1935 y el séptimo total de julio más bajo registrado.
La escasez de precipitaciones en ambos países se ha sumado a un verano de temperaturas altas sin precedentes, que superaron los 40 grados centígrados en Inglaterra en julio por primera vez en la historia.
Los climatólogos están abrumadoramente de acuerdo en que las emisiones de carbono de los seres humanos que queman combustibles fósiles están calentando el planeta, aumentando el riesgo y la gravedad de las sequías, las olas de calor y otros fenómenos meteorológicos extremos.
El análisis realizado por un equipo internacional de investigadores publicado el viernes pasado encontró que el cambio climático causado por la actividad humana hizo que la reciente ola de calor récord en el Reino Unido fuera al menos 10 veces más probable que ocurra.
Las compañías de agua luchan con la demanda e imponen restricciones
Las compañías de agua en ambos lados del Canal están luchando para responder a las condiciones de sequía.
Casi todas las 96 regiones continentales de Francia han impuesto restricciones en el uso del agua, también un récord.
El país se prepara para su tercera ola de calor este verano, comenzando en el sureste el lunes antes de dirigirse al norte hacia París.
Los agricultores de todo el país informan de dificultades para alimentar al ganado debido a la sequía de los pastizales, mientras que el riego ha sido prohibido en grandes áreas del noroeste y sureste debido a la escasez de agua dulce.
En el río Rin, que discurre a lo largo de la frontera entre Francia y Alemania, los barcos comerciales tienen que navegar a un tercio de su capacidad de carga para evitar tocar fondo debido a que el nivel del agua es muy bajo.
El ministro de Medio Ambiente, Christophe Bechu, dijo que las lluvias de julio representaron «solo el 12% de lo que se necesita».
«Tenemos una ola de calor que aumenta la necesidad (de agua) y una sequía que limita lo que está disponible, empujándonos a este círculo vicioso», dijo Bechu a la televisión BFM durante una visita al departamento de Isere, muy afectado en el sureste.
En Inglaterra, un proveedor de agua ha anunciado hasta ahora restricciones.
Southern Water, que es responsable del suministro de una gran parte del centro del sur de Inglaterra, impondrá límites a sus casi un millón de clientes a partir de finales de esta semana.
Pero la llamada prohibición de las mangueras pronto podría ser replicada por otros proveedores, luego de una advertencia de la Agencia de Medio Ambiente del gobierno del Reino Unido de que las personas deben usar el agua «con sensatez».
La mayor parte de Inglaterra ha pasado al estado de «clima seco prolongado», dijo la agencia la semana pasada.
Esto significa que ahora está tomando medidas de precaución para mitigar los impactos «a medida que se deterioran las condiciones hidrológicas».
