el anime «Evangelión» Fue y es una de las grandes joyas dentro del género de la animación japonesa. Estrenada en 1995 y emitida entre ese año y 1996 -hubo 26 episodios-, la serie futurista se centra en la organización paramilitar NERV, cuyo propósito es proteger a la humanidad de los ataques de «Los Ángeles». son solo humanoides «Evangelión» (o EVA) a quien acuden para cumplir este objetivo.
Esta descripción es la más sencilla que podemos hacer, sobre todo si tenemos en cuenta que, a medida que avanzan los episodios, las personalidades y características de los protagonistas se vuelven cada vez más inestables, cambiantes y difíciles de descifrar. Y, entre tantos protagonistas de «Evangelión», está la amada y odiada Asuka Langley Soryu. Como ha ocurrido con infinidad de personajes de series y películas de animación, la Inteligencia Artificial (IA) recreó a Asuka con una apariencia humana.
Así se vería Asuka, de «Evangelion», como humana y según la IA
Asuka Langley Soryu es uno de los personajes más importantes y protagónicos de «Evangelión», dentro de la historia del anime. Entre los fanáticos de la serie, la joven divide las aguas entre quienes la aman y quienes la odian, ya que tiene una personalidad fuerte, enérgica, pero también conflictiva. Concretamente, Asuka es la piloto del evangelion Unidad 02, y también se le conoce como «Segundo Niño».
En su versión de dibujos animados, tiene todas las características del anime: ojos grandes, detalles de su cabello puntiagudo y una cara simétrica y casi perfecta. Y, hace un tiempo, se publicó un video en el canal de YouTube AImazingGO que muestra cómo se vería Asuka, de «Evangelion», si fuera un ser humano de carne y hueso. Todo como resultado del trabajo del AI.
Entre los fanáticos de este anime, la versión «humanizada» de Asuka ha causado sensación y pronto se volvió viral. Y es que, consideran, la esencia exacta del piloto de «Evangelión» y no hay un solo detalle que se haya descuidado o dejado al azar. Una vez más, el trabajo del Inteligencia artificial deja a la humanidad sin palabras.