El jefe de vigilancia nuclear de las Naciones Unidas, Rafael Grossi, ha dicho que ha mantenido conversaciones «constructivas» con funcionarios iraníes en Teherán.
Su visita de dos días se produjo cuando la organización con sede en Viena busca una mayor cooperación con Irán en sus actividades nucleares en medio del descubrimiento de partículas de uranio enriquecidas hasta casi el nivel de armas.
La serie de reuniones de Grossi incluyó al principal funcionario nuclear de Irán, Mohammad Eslami, y al presidente Ebrahim Raisi.
Después de regresar a Viena el sábado, el director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA) dijo que Teherán acordó volver a conectar las cámaras de vigilancia en varios sitios nucleares y aumentar el ritmo de las inspecciones.
“Hubo una reducción en algunas de las actividades de monitoreo, relacionadas con cámaras, relacionadas con mecanismos de enriquecimiento en línea, en términos de sistemas de monitoreo de flujo, que no estaban operando. Entonces, acordamos que volverán a operar”, dijo. .
Además, se incrementará en un 50 por ciento el número de visitas a la planta subterránea de Fordo, donde se detectaron las partículas enriquecidas.
Allanando el camino para acuerdos importantes
Grossi agregó que las conversaciones podrían allanar el camino para la reactivación de un acuerdo histórico de 2015 con seis potencias mundiales, en virtud del cual Irán frenó su disputado programa de enriquecimiento de uranio a cambio del alivio de las sanciones internacionales.
Ese acuerdo se vino abajo en 2018 cuando Estados Unidos se retiró unilateralmente del pacto bajo el entonces presidente Donald Trump y volvió a imponer sanciones. Esto llevó a Teherán a comenzar a violar los estrictos límites de enriquecimiento del acuerdo.
