mayo 2, 2024

Varios municipios y bares de Bruselas han decidido rechazar la próxima Copa Mundial de la FIFA en Qatar y no transmitirán los juegos en vivo.

La decisión se basa en «razones políticas, éticas, sociales y ecológicas», dijo a Euronews el propietario del bar, Emmanuel Simonis.

Simonis es dueño de los bares de moda Cafe Caberdouche y La Maison du Peuple y dijo que sus bares normalmente atraen a grandes multitudes durante la Copa del Mundo y los partidos de la UEFA, pero que esta vez no se sintió bien.

«Fue realmente la acumulación de todo, desde la forma en que se adjudicó el contrato, los escándalos de corrupción, los escándalos de construcción del estadio, la elección del país», dijo a Euronews.

Agregó que la crisis energética también influyó en su decisión.

«Todos se preguntan cómo pagarán su factura de energía mientras ven un campeonato que se lleva a cabo en estadios con aire acondicionado en medio del desierto», dijo a Euronews.

Tras anunciarse la decisión en las redes sociales, cientos de personas la apoyaron y acordaron acudir al bar las noches de los partidos para sumarse a un boicot colectivo. Su personal y clientes habituales también estaban a bordo.

Esta decisión se hace eco de la de las principales ciudades francesas, incluidas Estrasburgo, Lille y Marsella, que anunciaron que no organizarían zonas de aficionados para la Copa del Mundo por cuestiones de derechos humanos y ambientales.

Según datos de Amnistía Internacional, 1,7 millones de trabajadores migrantes tienen su base en Qatar, muchos de los cuales sufren abusos, son explotados y viven en condiciones espantosas.

El Parlamento Europeo ha aprobado cuatro resoluciones sobre la Copa del Mundo. La eurodiputada alemana de los Verdes, Hannah Neumann, dijo a Euronews que la Copa del Mundo nunca debería haber sido otorgada a Qatar.

«Toda la situación de la Copa del Mundo con Qatar es un desastre. La Copa del Mundo nunca debería haber sido otorgada a Qatar en primer lugar debido a la situación de derechos humanos en la que se encuentra el país, porque no hay democracia, es muy problemático.

«Desde entonces, hemos visto algunas mejoras para los derechos de los trabajadores migrantes, pero eso no hace que nadie que haya muerto en los primeros años cuando construían los estadios vuelva a estar vivo», dice Neumann y agrega que no tiene ganas de ver el fiesta, aunque le gusta mucho el fútbol.

El máximo responsable de asuntos exteriores de la UE, Josep Borrell, tampoco verá los partidos, ya que «simplemente estará demasiado ocupado para encender la televisión», dijo su portavoz a Euronews.

Josep Borrell ha estado tratando de ejercer presión sobre las autoridades de Qatar organizando una serie de diálogos sobre derechos humanos para discutir los derechos de los trabajadores inmigrantes, las reformas laborales, los derechos de las mujeres y la libertad de expresión.

Según un informe del servicio exterior de la UE, el EEAS, las mujeres qataríes continúan enfrentándose a casos de violencia doméstica y discriminación en algunas formas y la comunidad LGBTI corre el riesgo de ser procesada penalmente según el código penal del país.

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