“Como era de esperar, los rusos han elegido una vez más la propaganda de odio”, dijo en un comunicado la subdirectora de comunicación del ministro, Emily Williams.
“Este es un ataque a los valores canadienses de aceptación y tolerancia. El ministro Joly ha ordenado a Asuntos Globales de Canadá que convoque al embajador ruso para que se lo diga”, agregó.
Los tuits rusos incluían una foto ilustrativa de una bandera del orgullo superpuesta con una línea roja dentro de un círculo rojo, indicando que estaba prohibido, junto con los siguientes comentarios: «Todo se trata de la familia. La familia es un hombre y una mujer y los niños». .
La embajada también respondió a la ministra de Deportes de Canadá, Pascale St-Onge, quien es abiertamente lesbiana y cuestionó la «propaganda homofóbica rusa», pidiéndole que «explore y explique cómo llegó a este mundo».
«No podemos tolerar absolutamente esta retórica, y mucho menos los comentarios posteriores sobre la respuesta del ministro St-Onge», dijo Williams.
En un correo electrónico a AFP, St-Onge dijo que estaba «profundamente ofendida por el mensaje anti-gay del embajador ruso mientras estaba en suelo canadiense», calificándolo de «una afrenta a los derechos ganados con tanto esfuerzo de toda la comunidad LGBTQ2S+».
El ministro había escrito a la embajada para decir: «La propaganda homofóbica rusa no es bienvenida aquí» y «el trato de las personas LGBTQ2+ en Rusia es vergonzoso y un ataque a los derechos humanos básicos».
Rusia ha tratado de presentar las relaciones LGBTQ como un producto de la peligrosa influencia occidental, endureciendo su retórica mientras Moscú presiona con su campaña militar en Ucrania.
Los tuits de su embajada se produjeron también tras un tiroteo mortal en un club LGBTQ en Colorado, en Estados Unidos, y la polémica por el logo del arcoíris en el Mundial de Qatar, donde la homosexualidad es ilegal.
