junio 16, 2024

Se podría prohibir a los países de la UE restringir el flujo de productos y servicios críticos en tiempos de crisis, según los nuevos poderes de emergencia propuestos por la Comisión Europea.

Bruselas desea evitar que se repitan las decisiones unilaterales y caóticas tomadas durante los primeros meses de la pandemia de COVID-19, cuando los gobiernos se apresuraron a asegurar máscaras, guantes y ventiladores para proteger a sus ciudadanos del virus.

En cuestión de semanas, el mercado interior de la UE, que se basa en la libre circulación de personas y mercancías, se fracturó y trastornó por una sucesión rápida ya menudo improvisada de controles comerciales y cierres de fronteras.

«La crisis de la COVID-19 demostró que nuestro mercado único no es perfecto. Es fuerte pero no irrompible», dijo Margrethe Vestager, vicepresidenta ejecutiva de la Comisión, al presentar el proyecto de ley.

«La falta de coordinación y transparencia dañó nuestros suministros y aumentó la escasez».

El Instrumento de Emergencia del Mercado Único (SMEI) propuesto tiene como objetivo lograr un equilibrio entre la necesidad de mantener el mercado único funcionando sin problemas y abordar las amenazas y crisis colectivas.

El objetivo general es reemplazar la toma de decisiones ad hoc con una mayor coordinación y planificación para minimizar las interrupciones tanto para los ciudadanos como para las empresas.

El instrumento prevé tres modos de actuación diferentes:

  • modo de contingencia: la etapa regular en la que el mercado único funciona normalmente. La Comisión y los estados miembros pueden enviar alertas tempranas si se detecta una crisis o amenaza.
  • Modo de vigilancia: la etapa preventiva cuando una crisis o amenaza tiene el potencial de perturbar el mercado pero el daño aún no es grave. Esto permitirá una vigilancia más estrecha de los bienes y servicios estratégicos y el establecimiento de reservas comunes para evitar la escasez.
  • Modo de emergencia: esta etapa se activará cuando una crisis o amenaza comience a tener un impacto negativo en el mercado único. El modo de emergencia prohibirá a los estados miembros adoptar restricciones sobre bienes críticos a menos que esto se justifique como una «medida de último recurso». También se les pedirá que informen con antelación de cualquier otra acción unilateral, como el cierre de fronteras.

Además, bajo el modo de emergencia, la Comisión podrá adquirir bienes en nombre de los 27 países, como fue el caso con las vacunas COVID-19. También supervisarán la distribución de reservas estratégicas y recomendarán la reutilización de ciertas líneas de producción.

En circunstancias extremas, el ejecutivo estará facultado para imponer multas a las empresas que se comprometan a cumplir con los «pedidos prioritarios» de productos críticos y no cumplan con las expectativas.

«Esta no es una economía planificada», dijo Thierry Breton, comisario europeo para el mercado interior, hablando junto a Vestager. «Este [instrument] es no cerrar las cadenas de suministro, sino mantenerlas abiertas».

La legislación sigue siendo una propuesta y debe ser negociada y modificada por el Parlamento Europeo y los estados miembros, que tienden a desconfiar de cualquier legislación que pueda verse como una «toma de poder» por parte de Bruselas.

Vestager y Breton insistieron en que los gobiernos serán consultados e involucrados en todo momento a través de un grupo asesor. Activar el modo de emergencia requerirá el voto de una mayoría calificada en el Consejo, explicaron.

Eurochambres, una asociación industrial que representa a 20 millones de empresas en Europa, bienvenido el anuncio y el enfoque en la prevención de «restricciones arbitrarias», pero advirtió que la legislación «va más allá de lo necesario y corre el riesgo de crear inseguridad jurídica».

Continuar leyendo este Titular: Bruselas revela poderes de emergencia para mantener los bienes en movimiento en tiempos de crisis