mayo 5, 2024

Rumanía ha llegado al final de un camino de 15 años.

La Comisión Europea confirmó ayer que el país había avanzado lo suficiente en las reformas judiciales y la lucha contra la corrupción, otorgando el cierre oficial del llamado Mecanismo de Cooperación y Verificación (CVM).

El CVM es un programa especial de vigilancia del estado de derecho que se lanzó en enero de 2007, cuando Rumania y Bulgaria se unieron a la Unión Europea. En ese entonces, se consideraba que ambos países estaban muy rezagados en los estándares judiciales en comparación con el resto del bloque.

El proceso estaba destinado a cerrar esta brecha y ayudar a los dos países a alinearse con sus compañeros estados miembros y garantizar la correcta aplicación de la legislación de la UE.

La Comisión Europea puso fin a la supervisión de Bulgaria en 2019 después de concluir que había cumplido con todas las condiciones necesarias.

En el caso de Rumania, la espera fue más larga: después de años de progreso sostenido, la Comisión Europea detectó un impulso «decreciente» entre 2017 y 2019 y presentó recomendaciones adicionales.

Luego, Rumanía tomó el relevo e inyectó un «ímpetu renovado» al proceso de CVM, cumpliendo los objetivos restantes, incluidas las reformas sobre la inmunidad política de los miembros del parlamento, los conflictos de intereses y la recuperación de activos criminales.

Esta semana, la Comisión Anunciado el avance en todos los temas pendientes fue suficiente y cerró oficialmente el capítulo de la CVM.

«Quince años después de la adhesión, las conclusiones del informe reflejan los esfuerzos de Rumanía y su entrada en una lógica de fortalecimiento de nuestro estatus europeo», dijo Nicolae Ionel Ciucă, primer ministro de Rumania, en reacción a la noticia.

«Seguimos firmemente anclados en la visión proeuropea clara y a largo plazo de Rumanía, una visión europea basada en la unidad, la democracia, el Estado de derecho y los valores compartidos por igual por todos los Estados miembros».

Como resultado, Rumanía ya no estará bajo ninguna supervisión personalizada: su sistema judicial será monitoreado como parte del informe anual sobre el estado de derecho, que la Comisión Europea aplica a los 27 estados miembros.

Sin embargo, esto no significa que la corrupción ya no sea un problema dentro del país.

Rumanía sigue siendo uno de los países de la UE con la clasificación más baja en el Indice de Percepción de la corrupción de Transparencia Internacional, con una exigua puntuación de 45/100.

En estos años informe de estado de derechola Comisión Europea señaló que, si bien Rumanía ha avanzado en la mejora de su legislación anticorrupción, ciertos aspectos clave, como las normas sobre puertas giratorias, la financiación de los partidos políticos y la protección de los denunciantes, siguen fragmentados o faltan.

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