El ahorro que exigen los republicanos a Biden debería acortar las diferencias entre los planes de republicanos y demócratas en materia de gasto público, el centro del desencuentro que tiene a Estados Unidos contando los días para un default (falta de pago).
Los líderes republicanos y el gobierno han estado negociando durante semanas para aumentar o suspender el límite de deuda de EE. UU., sin el cual el estado federal corre el riesgo de quedarse sin fondos para cumplir con sus compromisos.
Los negociadores reanudaron sus conversaciones al mediodía, hora de Washington, según una fuente cercana a las conversaciones que pidió el anonimato.
Yellen ha reiterado que el gobierno podría quedarse sin fondos el 1 de junio.
«El plan de presupuesto que ha aceptado Biden en realidad propone una reducción del déficit de 3 billones de dólares en 10 años», dijo Yellen en un evento del Wall Street Journal el miércoles.
“En esta negociación, el Presidente ofreció cambios que podrían resultar en una reducción adicional del déficit de otro billón de dólares”, explicó.
Los republicanos dicen que sus planes de gastos redujeron el déficit en $4.8 billones durante una década, sin recortes para defensa o seguridad fronteriza.
La Casa Blanca quiere repartir los recortes para no gravar a algunos sectores, y quiere subir algunos impuestos, a lo que se oponen los republicanos.
