mayo 5, 2024

Ampliar la cobertura de licencias de cuidado infantil y lactancia, junto con la universalización de servicios de calidad para el cuidado de niños y adultos, generaría más de 25 millones de empleos directos e indirectos en América Latina y el Caribe, que en su mayor parte beneficiaría a las mujeres. en el sector formal de la economía.

Esto es lo que encuentra el estudio Cuidado en el trabajo en América Latina y el Caribe: Invertir en licencias y servicios de cuidado para una mayor igualdad en el mundo del trabajo de la Oficina Regional de la Organización Internacional del Trabajo, que analiza los avances normativos y su aplicación en materia de protección de la maternidad, así como licencias y servicios de cuidado en 32 países de la región.

Al presentar el informe, Paz Arancibia, especialista en género de la agencia de la ONU en América Latina y el Caribe, aseguró que “es urgente invertir en políticas” que generen empleos dignos en el sector del cuidado.

Además, llamó a fortalecer los sistemas de protección social y contribuir a cerrar la brecha de género en el mercado laboral y en la distribución del trabajo de cuidado.

Todo ello, añadió, “es una condición condición sine qua non por un desarrollo productivo, igualitario e incluyente”.

La presentación del informe tuvo lugar durante la XV Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, organizada por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), celebrada esta semana en Buenos Aires.

Según estimaciones de la OIT, invertir para universalizar las licencias para el cuidado de los hijos, las pausas para la lactancia, los servicios de cuidado infantil y los servicios de cuidados de larga duración en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, México y Perú generaría 25,8 millones de empleos directos e indirectos.

Alrededor de nueve de cada diez empleos serían formales y alrededor de ocho de cada diez serían ocupados por mujeres.

El autor del informe regional, Larraitz Lexartza, señaló que «pese a los avances de la última década, los países de la región enfrentan importantes desafíos en materia de cuidados. La pandemia ha evidenciado aún más la centralidad de la atención y la urgencia de consolidar y ampliar los esfuerzos realizados”.

La Organización Internacional del Trabajo asegura que es urgente invertir en políticas que generen empleos dignos en el sector del cuidado.

La Organización Internacional del Trabajo asegura que es urgente invertir en políticas que generen empleos dignos en el sector del cuidado.

licencia de maternidad y paternidad

Si bien todos los países analizados reconocen el derecho a la licencia por maternidad, existen brechas considerables con respecto a los estándares internacionales en términos de duración, beneficios económicos y financiamiento: en 17 países la duración de las licencias es inferior a 14 semanas, el período mínimo estipulado en el Convenio núm. 183 de la Organización Internacional del Trabajo.

En cuatro países, la prestación en metálico durante la licencia representa menos de dos tercios de los ingresos anteriores, y aún en un país la financiación de las prestaciones corre a cargo del empleador y en cinco es mixta, es decir, se reparte el pago entre el empleador y la seguridad social.

Además, la cobertura legal en muchos países es menor o inexistente para los trabajadores domésticos, trabajadores independientes, trabajadores informales y madres adoptivas.

En cuanto a la licencia de paternidad, doce países siguen sin reconocer este derecho. Entre los que sí cuentan con este tipo de permiso, diez tienen una duración de cinco días o menos. En cuanto a las prestaciones monetarias, en dos países la licencia de paternidad no es remunerada; y en la mayoría —trece países— el pago de la licencia está a cargo del empleador y en dos la financiación de la prestación es mixta. Sólo ocho países las aplican en el caso de adopción.

En cuanto a las licencias parentales (licencias inmediatamente posteriores a la maternidad y paternidad, que en la mayoría de los casos pueden ser compartidas entre padre y madre), solo cuatro países de la región las reconocen, y en uno de ellos no es remunerada.

Licencias a largo plazo y de emergencia

Solo cinco países (uno de ellos, sin sueldo) contemplan permisos de larga duración para cuidar a familiares enfermos o dependientes que requieran apoyo para las actividades diarias.

En cuanto a las licencias de emergencia (permisos de corta duración que se pueden sacar en caso de fuerza mayor en situaciones de emergencia familiar), menos de la mitad de los países (15 de 32) las reconocen, y solo uno de ellos se financia en la seguridad social.

Salud y seguridad en el trabajo durante el embarazo y la lactancia

De los 32 países de la región, 22 no establecen medidas para proteger a las mujeres embarazadas y lactantes del trabajo nocturno y 10 no cuentan con ninguna protección contra el trabajo arduo, peligroso, insalubre, tóxico y nocivo.

Entre quienes sí contemplan este tipo de protecciónalgunos aún mantienen disposiciones que implican discriminación de géneroya que prohíben a todas las mujeres realizar turnos de noche o trabajos peligrosos.

En cuanto al tiempo libre remunerado para exámenes médicos prenatales, en 25 países la legislación no lo contempla.

Hasta el momento, en 12 países, las mujeres no tienen derecho a descansos remunerados por lactancia en el trabajo; y en las veinte que sí lo reconocen, su financiamiento está a cargo de los patrones. Entre los países que establecen este derecho, siete no estipulan el período durante el cual se puede disfrutar. Además, solo en dos países el tiempo de pausa es superior a una hora.

Las regulaciones en 12 países requieren instalaciones de lactancia en el lugar de trabajo, aunque los criterios varían de un país a otro.

La universalización de las licencias para el cuidado de niños y adultos crearía millones de puestos de trabajo, en su mayoría para mujeres.

La universalización de las licencias para el cuidado de niños y adultos crearía millones de puestos de trabajo, en su mayoría para mujeres.

Servicios de cuidado infantil y servicios a largo plazo

En la mayoría de los países de la región existe un desfase considerable entre el final de las licencias de cuidado de recién nacidos y el inicio de los servicios universales de cuidado de niños obligatorios o el comienzo de la escuela primaria obligatoria.

En ese momento, las familias carecen del apoyo necesario para el cuidado de sus hijas e hijos. En 23 de los 29 países para los que se dispone de información, las brechas oscilan entre 2,7 años y 6,7 años. En los seis países restantes, no hay período de tiempo sin apoyo, de acuerdo con lo establecido en la legislación. Sin embargo, en la práctica el…

Continuar leyendo este Titular: Universalizar las licencias para el cuidado de niños y adultos generaría más de 25 millones de empleos en América Latina