mayo 5, 2024

La historia de “los Cassina” comenzó hace décadas con unos ancestros que llegaron a Cañada Rosquín para “convertirse en América”, a base de esfuerzo y sacrificio, como lo hizo una nutrida colonia de inmigrantes que intentaban escapar de la dura realidad que planteaba Europa.

En ese momento, Argentina recibió con los brazos abiertos a quienes veían en el país una oportunidad para empezar de nuevo. Y allí, la agricultura se destacó como una de las actividades que fomentó sueños y desafíos.

Los bisabuelos de la familia Cassina comenzaron con un puñado de tierras dedicadas a la agricultura y las generaciones sucesivas incorporaron nuevas unidades de negocio que, hoy, representan un fiel ejemplo de valor agregado e innovación. Con 700 hectáreas propias, una lechería con 8.000 litros diarios y una quesería caracterizada por innovadoras líneas de producción, Alloa SA se ha convertido en un referente ineludible de la agroindustria santafesina que sigue apostando e innovando pensando en la excelencia.

La empresa está en Cañada Rosquín, localidad ubicada en una zona lechera por excelencia.

Para conocer más sobre la empresa familiar y su historia, Ecos365 conversó con el director de Alloa Leandro Cassina quien, junto a su hermano Franco, tomó las riendas de la firma y sus unidades de negocio, luego de tomar el relevo de su padre. “Decimos que cada generación ha sumado un nuevo reto”, confiesa y adelanta que en su caso se trata de un Centro de Distribución ubicado en Rosario, de unos 300 metros cuadrados, para atender mejor a un mercado importante.

Fábrica de quesos

Los emprendimientos son varios, pero la quesería es la principal actividad de la familia Rosquinense. Sin embargo, existe una particularidad que distingue a Alloa del resto y radica en la correspondiente línea de producción. “Solo hacemos queso azul. Hay unas 10 fábricas que solo elaboran este tipo de queso en todo el país y la mayoría está en la provincia de Santa Fe, que concentra casi el 90% de las firmas”, remarca Leandro.

El recurso humano es un aspecto clave a la hora de conseguir logros, como el obtenido en Todo Láctea.

El queso azul se comercializa en todo el país, con gran presencia en ciudades como Buenos Aires, Córdoba, Rosario, Mar del Plata y Mendoza. El producto, muy solicitado y recomendado entre los clientes, tiene una gran calidad y ha recibido múltiples premios. Sin ir más lejos, a mediados de mayo obtuvo el máximo galardón en el “Concurso del Queso” organizado en el marco de Todo Láctea. Y, días después, repitió su distinción en la Expo Suipacha (Bs As.)

“Actualmente estamos en unos 16.500 litros diarios, lo que da una producción aproximada de 45 toneladas de queso al mes”, dice Cassina. Y agrega: “en agosto vamos a celebrar 10 años con la quesería y el reto para el 2024 es exportar”. De hecho, reconoce que la empresa ya inició los primeros trámites con la vista puesta en destinar una cuarta parte de la producción al comercio exterior. En cuanto a destinos, admite: “algo nos enteramos en Uruguay y Chile, no hay nada definido ni activado, pero sí lo tenemos en la agenda”.

Un queso tipo gorgozola es una de las últimas novedades que promete ser una gran revelación.

Las «joyas» del mercado

Alloa SA lanzó recientemente al mercado dos productos innovadores que han captado la atención de todos.

«Piemont» es un queso elaborado según receta italiana, tipo gorgonzola, que se caracteriza por una maduración de 90 días y una textura «increíblemente» cremosa, según define Leandro. “A nivel país prácticamente nadie lo hace. Estuvimos un año probando, probando con chefs de renombre y hoy es una realidad”, destaca. De hecho, en la reconocida Expo Suipacha (Bs As) se presentó en sociedad y obtuvo medalla de bronce en una cata de quesos nacionales, demostrando el enorme potencial que presenta.

El otro producto innovador es un queso azul ahumado, algo “nuevo y único”. Entre las características que posee destaca su cremosidad y el “equilibrio perfecto” que consigue. “Nos gusta probar sabores y cosas nuevas”, apunta para explicar las creaciones que prometen tener una gran aceptación en el mercado.

El producto ahumado es una nueva línea que seguramente tendrá aceptación en el mercado.

El tambo proveedor

Otra de las unidades de negocio de Alloa SA incluye un tambo, ubicado a unos 11 km del predio central de la empresa. Con 400 vacas en ordeño, la producción diaria es de unos 8.000 litros que se utilizan directamente para la elaboración de queso. Para «funcionar a pleno», la firma compra más leche a otra vaquería de la zona, pensando en el abastecimiento de la producción de queso.

Cabe señalar que los animales ordeñados son de genética holandesa, cruzados con Jersey de Nueva Zelanda, que por sus características de tener más grasa en la leche y más proteína beneficia el rendimiento quesero.

La empresa familiar cuenta con un tambo y un rodeo cruzado diseñados para la producción de queso.

La agricultura, una «pata» clave

En finca propia, y en un área aproximada de 700 hectáreas, Alloa también se dedica a la agricultura. Así, apuesta por cultivos de soja, maíz, trigo, sorgo y girasol, dependiendo de la época y la potencialidad de los suelos.

En cuanto a los granos cosechados, aproximadamente un tercio del total de soja producido se intercambia por expulsor de soja. Mientras tanto, se muele todo el maíz cosechado y, junto con el expeller intercambiado, y las sales minerales y vitaminas necesarias, se forma el alimento balanceado para alimentar a las vacas que integran el rancho de recría y lechería. Por su parte, el resto de los granos se venden directamente al puerto.

Pero no todo es color de rosa en esta historia porque la sequía…

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