Una temperatura de 15 grados, con una humedad que por momentos se tornó en llovizna, obligó a suspender algunas de las actividades previstas en la ciudad para conmemorar el 207 aniversario de la Declaración de la Independencia.
Fue por ello que la plaza que lleva el nombre del General José de San Martín y el Santuario Catedralicio de la Inmaculada Concepción, ubicado enfrente, se convirtieron en el epicentro de la rememoración de los hechos de Tucumán en 1816.
En la misma plaza Libertador de los Andes, el alcalde Martín Gill, el presidente del Concejo Deliberante, Pablo Rosso, junto a otras autoridades municipales y el obispo titular de la Diócesis, monseñor Samuel Jofré Giraudo, homenajearon los símbolos patrios.
Gill, junto a los alumnos del Programa de Terminación Educativa del Municipio, izaron la bandera. A continuación, junto a miembros de su equipo de gobierno, colocó una corona de laurel al pie del busto que recuerda al líder de los Granaderos.
Luego de ese tramo protocolario, los presentes cruzaron a la Catedral, donde se llevó a cabo el tedeum, la tradicional acción de gracias por la independencia nacional. Rosso y Gill tomaron asiento en primera fila, acompañados por la ex alcaldesa y actual legisladora provincial, Nora Bedano. Unos metros más atrás se encontraba el presidente del Parque Industrial, Carlos Pizzorno.
La oración comunitaria fue a favor de un futuro digno para la República Argentina.
Sin vergüenza
Debido al clima desfavorable, el municipio decidió posponer la Peña de la Independencia que se había organizado en el Anfiteatro Municipal a una fecha por confirmar.
