En marzo de 2022, un vecino de la región presentó un proyecto en el que proponía que los diputados, autoridades y empleados de la Legislatura de Neuquén fueran a trabajar en bicicleta o en colectivo. La composición de la cámara era diferente y ni siquiera le daba tiempo. La iniciativa acabó (como dicen) archivada. Entonces, esperó el cambio de autoridades y -dos años después- regresó con otro proyecto que está haciendo ruido: ahora quiere congelarles el sueldo ¿La iniciativa llegará al debate en el recinto? ¿Pasará directamente de las comisiones al librador? Habrá que ver qué hace el nuevo grupo legislativo, pero el destino parece claro.
En cualquier caso, no está de más repasar la iniciativa que entró en la mesa de entradas a finales de la semana pasada. Proyecto de Fernando Pérez Castillo propone congelar salarios de legisladores neuquinos hasta el 10 de diciembre de 2027; y directamente dejarlos sin las dos cuotas del salario anual complementario, conocido popularmente como aguinaldo. Innumerables trabajadores informales (o trabajadores negros) y monotributistas no tienen aguinaldo, y a los diputados no se les ha escuchado quejarse de ellos.
El debate en la población parece interesante. No sólo por las habituales preguntas sobre lo que Javier Milei considera casta, pero también porque congelar los salarios en medio de este proceso inflacionario no parece muy razonable, digamos, ya sean trabajadores en relación de dependencia o en puestos electivos (que, por supuesto, requieren exclusividad y predisposición a tiempo completo; o al menos eso dicen).
La iniciativa del vecino va más allá y también propone prohibir la incorporación de nuevos agentes a la plantilla política y aplicar un impuesto a los salarios congelados. Quiere que hasta el 40% del salario de los legisladores se destine a obras viales, sanitarias e infraestructuras que requiere la provincia (incluso arriesgó un nombre para esa eventual carga tributaria: “Político honesto”).
También les impide viajar en avión o al extranjero durante la prórroga de su mandato y les obliga a pagar el desayuno. ¿Exagerado? Tal vez, pero es interesante debatir, especialmente por las diferencias entre los salarios de los legisladores y los de buena parte de los trabajadores
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