junio 16, 2024

Estela Águila cumplirá este febrero 68 años, y asegura haber criado “un grupo de pibes, y ahora vienen los hermanitos, y hasta las mamás con todo y sus cochecitos, porque todos tienen hambre y cada vez hay más difícil para mi. Porque ahora no nos dan meriendas ni comida. Incluso he pensado en rendirme, pero todos me dicen que no, porque los niños son muy pequeños y me necesitan, pero ¿cómo lo hago, dónde puedo darles de comer ahora?

Hay que recordar que el nuevo gobierno nacional dejó de enviar fondos y alimentos a los comederos comunitarios de todo el país. Y mientras organizaciones solidarias afirman que la situación es crítica porque el hambre crece día a día, el Ministerio de Capital Humano afirma que buscan mejorar el sistema, sin explicar cómo lo van a hacer. El tema es que desde diciembre los comederos y merenderos de todo el país no reciben ayuda. Y obviamente, esto también afecta a Villa María.

Años ayudando

“El comedor lo tengo aquí en Las Playas desde hace 7 años. Y desde hace 22 años ayudo a personas necesitadas. Antes juntaba ropa y comida en un Tráfico y hasta me iba a Misiones, a un lugar inhóspito donde había mucha escasez. Y luego comencé a dedicarme a mis hijos, como yo los llamo. Empecé a prepararles una merienda frente a mi casa. Luego me prestaron un cobertizo cercano. Después, afuera de mi casa, y en un terreno de al lado, donde les hice una cancha, que ya no está”, señaló.

Comentó que empezó con 58 muchachos y ha tenido hasta 70, y “en un momento vino a trabajar conmigo un señor, Emilio Osorio, que tenía una radio, pero lo despedí porque quería vivir de los muchachos, y no vivir para los chicos. Y hasta he abandonado a mi familia, porque siempre quiero estar con ellos. Las cosas mejoraron cuando llegó Sergio Bustamante, de MuniCerca. No tenemos nada, hacemos todo con nuestros pulmones. Con las mamás hacemos guardarropas y con lo recaudado compramos la olla, los platos y todo. Y gracias a todo eso tenemos una pequeña habitación preciosa”.

“Hoy tengo más de 60 hijos. Hasta el 8 de diciembre recibimos el combo del Gobierno. Pero luego me dijeron que no me iban a dar más, que me iban a cortar todo esto. Y así de simple. Desde ese día no hemos recibido nada más. Es lo peor que han hecho: quitarles la comida a los niños. Llevo un mes cerrado, en una semana debo abrir y no sé cómo lo voy a hacer”, expresó.

Estela explicó que ya acudió al Municipio a pedir ayuda, pero no ha recibido respuesta, “aunque son los principales que no quieren que se cierre. Pero así sigo. Además ya han pasado 8 meses desde que recibimos la ayuda que nos brindó Don Emilio. Sólo Tonadita sigue ayudando, pero no es suficiente. No tengo nada que darles a los pequeños. Tocan a mi puerta y no sé qué regalarles. Ni siquiera puedo darles las bolsas que antes les daba. Cómo, si ni siquiera tengo leche. Es una vergüenza».

Empeorando

Respecto al deterioro de la vida de las personas en estos últimos dos meses, Estela afirma que “el primer mes pudimos superarlo con lo que teníamos, pero este mes me llaman y no tenemos nada, y me duele el alma. Antes había mucho. Por eso pienso hacer al menos una feria para comprar, aunque sea unas galletas, algo. Pero alimentarlos bien es imposible. Aquí en el barrio se ve que la gente lo está pasando muy mal, todos están cada vez peor. Muchas familias se quedan en la calle porque no pueden pagar el alquiler, y de hecho varias familias se están juntando para vivir en una habitación, todas juntas. Es tremendo. «Todo esto ha sucedido en el último mes».

“Si pagan el alquiler no pueden pagar la comida. Es desesperante. El barrio está en muy malas condiciones. No entiendo qué está haciendo este presidente, es inexplicable. Y quiero recordar que aquí no sólo les damos de comer, sino que les damos cursos y talleres de danzas árabes, pan casero y otras cosas. La mayoría de los niños que han estado aquí trabajan y se ganan la vida bien. Pero bueno, espero poder seguir haciendo esto, aunque sin ayuda será muy difícil ayudar. Lo que me pasa a mí le pasa a todos los comederos y chiringuitos de la ciudad. Haciendo este trabajo me dieron, en el Concejo Deliberante, una mención especial por ayudar. Y esas son cosas que te dan fuerzas para continuar. Pero ya estoy jubilado y me duele mucho el corazón lo que estamos viviendo. Hago esto por amor, para ayudar a quienes más lo necesitan”, concluyó.

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