Él príncipe alberto, de 64 años, se sometió a una intervención dermatológica para eliminar unas manchas que tenía en la frente, el cuello y la nariz. Se trata de una cirugía preventiva en la que, afortunadamente, todo salió bien y ahora se prepara para disfrutar de la Navidad con su familia.
Tal y como ha asegurado en Gente, hablando de los regalos de la fiesta y de la ilusión que manejan los niños, el Soberano ha dejado claro que, aunque ha sido un año bastante movido por los actos institucionales y los viajes, ha tenido muy en cuenta la carta de » Papá Noel” con las indicaciones tanto de los mellizos, Jacques y Gabriella, que en este caso tendrán “juegos diferentes”, como de su mujer, que quiere “algo práctico”.
Durante la semana, los niños de ocho años han compartido un espectáculo navideño con su padre en un teatro arrinconado de Mónaco. Una actividad que a Jacques y Gabriella les encanta hacer, ya que comparten la misma pasión por el arte que su abuela, Grace Kelly.
Pero no es lo único que gusta a los herederos. La soberana también mencionó que son bastante aficionados a los deportes: practican taekwondo, tenis en la escuela y natación, el deporte de su madre.
Volviendo a las fiestas, los Grimaldi tienen previsto, por un lado, pasar en el Principado y, por otro, tomarse «una semana libre de vacaciones en familia, viendo el Año Nuevo en un lugar diferente». La intención, además de disfrutar, es poder compartir juntos, tras la obligada ausencia de la princesa Charlene. Recordemos que pasó quince meses retirada de su vida pública para recuperarse de una grave infección de oído, nariz y garganta, en una clínica europea.
El Soberano confiesa sentirse «realmente orgulloso» de su mujer tras una etapa que califica de extremadamente difícil: «Charlene lo está haciendo muy bien. Ha participado activamente en un gran número de eventos diferentes, cada vez está más implicada en la vida pública y está Se ocupa de las cosas que le apasionan.