El Vaticano creyó que estaba poseída y la cortó ‘para los sanos’
María era en realidad hermafrodita.
Él Vaticano guarda muchos secretos, pero pocos tan escalofriantes como el que os voy a contar en esta ocasión. Sabes quién es María Rosenthal? Probablemente no, porque es uno de esos casos que la Iglesia prefiere guardar silencio.
Sin embargo, Las redes sociales ahondan en las historias más morbosas para que se viralicen como la espuma. Esto es lo que sucedió con la historia de María.
Maria Rosenthal, la monja decapitada por el Vaticano
Nos trasladamos al siglo XVIII, año 1742. La Iglesia seguía siendo tan influyente como hace siglos. En el Monasterio de Hohenwart (alemán) una monja llamada Josefina Rosenthal estar embarazada. Según su historia, nunca habia tenido relaciones sexualespor lo que el Vaticano tuvo que comprobar que era virgen. Y asi fue.
De esta forma, y dado que la ciencia no había avanzado lo suficiente, se dijo que este embarazo era algo ‘sagrado’una especie de ‘Inmaculada Concepción‘similar o idéntico al que sufrió el Virgen María.
Nacida bajo la inmaculada concepción, muerta a los 33 años de un embarazo no reconocido, los restos de Maria Rosenthal (la monja hermafrodita, la «primera monja exorcizada) han pasado a lo largo de los siglos desde el Monasterio de Hohenwart hasta nuestros días. https://t.co/ W2XII3Raee pic.twitter.com/HyRCrXFIXq
— Felipe Ramírez (@noctunorapaz) 1 de abril de 2019
Desafortunadamente, Josefina perdió la vida al dar a luz, tomando su lugar como Santa María Rosenthal, su pequeña hija. ¿El problema? era hermafroditaalgo que no sentó bien en las entrañas de la Santa Sede al considerar esta patología una señal del demonio.
A lo largo de toda su vida, fue humillada de todas las formas posibles. Pero lo más sorprendente es que La tradición ordenó que María muriera a la edad de 33 años, a la edad de Jesús crucificado, para luchar contra las fuerzas demoníacas..
De este modo, Cuando la joven se enteró de lo que tramaban en su contra, decidió quitarse la vida.. Ahora, su cabeza decapitada permanece escondida en el Vaticano.