mayo 4, 2024

Además de convertirse en una nación sin Banco Central, si el presidente electo Javier Milei logró «privatizar» Radio Nacional, Canal 7 y la agencia Télam, Argentina pasaría a ser uno de los pocos países sin medios públicos, al menos del Estado nacional.

Es cierto que, salvo honrosas excepciones, el Medios «públicos» argentinos Han tendido a ser dispositivos de propaganda del grupo gobernante en el poder (que cuando pasa a la oposición denuncia la misma propaganda utilizada en su contra). En este sentido, la denuncia de Milei está justificada.

Generalmente gestionados de manera faccional, exclusiva y unilateral, han ofrecido durante mucho tiempo Contenido de poco pluralismo o calidad.. Y han sido astronómicamente costosas e ineficaces, a pesar de su proclamada función de promover el debate público, construir ciudadanía o elevar el nivel cultural.

Todo positivo, todo negativo.

La ONG Transparencia Electoral reveló que En el noticiero nocturno de la TV Pública entre el 30/10 y el 10/11 de este año, el 94% de las menciones al candidato oficialista Sergio Massa fueron positivas y un 6% neutral, sin menciones negativas.

En cambio, El 75% de la cobertura de Milei fue negativa y un 25% neutral, en este caso sin menciones positivas. Y el 43% de las noticias sobre Juntos por el cambio Se trataba de luchas internas y la «desintegración de la coalición».

La TV pública, uno de los medios más cuestionados

Más allá de estos sesgos, los medios públicos argentinos también han sido sinónimo de «cajas» y negociado con productoras y empresas prebendarias, así como albergues bien remunerados para militantes y gente adinerada sin méritos que eclipsan a quienes en ellos trabajan con esfuerzo y profesionalidad.

Y, sin embargo, en el peor de los casos, también fueron instrumentos de comunicación para apoyar «operaciones» o persecuciones, desde un escaño estatal asimétrico, contra la oposición o personas y sectores mal vistos por el poder. Sin embargo, no en todo el mundo los medios públicos ofrecen un panorama tan deplorable.

Desde la televisión pública norteamericana (PBS/CPB) hasta la radiodifusión nacional uruguaya (antes SODRE), pasando por algunas fundaciones de contenidos públicos brasileñas –sin olvidar el raro caso de la BBC británica–. Hay países donde estos medios cumplen una función normal, aceptada y justa, con personal profesional y costos racionales.

De este modo, pueden ofrecer contenidos artísticos o culturales que el mercado no genera o servicios en zonas aisladas que no son económicamente asequibles. E incluso, en ciertos casos, periodismo plural o retransmisiones para proyectar la voz y la imagen de un país en el exterior.

En la propia Argentina, rara vez se ha objetado la función del sector público en la gestión de un museo histórico o de bellas artes, la organización de actividades de divulgación de la UBA o el trabajo de un museo de renombre mundial. Teatro Colónque ofrece una de las expresiones favoritas del nuevo presidente, la ópera.

Sin embargo, más allá de estos casos, hay quienes podrían sostener que casi todos los medios públicos, tal como operan en Argentina, no tienen otra solución que cerrar o privatización: Sus problemas parecen un barril sistémico sin fondo de propaganda o gasto injustificado.

Radio Nacional tiene en Buenos Aires una AM general (LRA, aunque hace tiempo que no utiliza esta señal distintiva legal) y tres FM temáticas.

Radio Nacional tiene una AM general y tres FM temáticas en Buenos Aires

Desde tiempos inmemoriales, cada nuevo gobierno argentino dijo que les iba a dar autonomía, que implementaría «un modelo de BBC» o que se convertirían en medios verdaderamente «estatales pero no gubernamentales». Y que iban a ser racionalizados, profesionalizados o hechos autofinanciamiento.

Nada de esto se ha logrado: casi nunca se hizo siquiera un intento. El propio kirchnerismo prometió en 2007, a través del entonces jefe de Gabinete, Alberto Fernández, que los medios públicos serían «como la BBC». Poco después comenzaron los ataques militantes contra el campo.la oposición y el 6-7-8, más propio de una Telesur chavista que de un medio público real.

La estructura que busca privatizar Milei Está integrado por la empresa estatal Radio y Televisión Argentina (RTA), con casi medio centenar de emisoras de Radio Nacional (contando cada localidad como una emisora) y un importante canal de TV abierta de Buenos Aires: Canal 7-TV Pública, con repetidoras. en todo el país. Curiosamente, también cuenta con un canal abierto con programas locales en Trenque Lauquen (antiguo medio de comunicación privado intervenido en 1975). Otra entidad estatal, Contenidos Públicos SE, opera media docena de canales temáticos (Encuentro, Paka Paka y otros) y una plataforma online.

Radio Nacional y sus 49 emisoras

Radio Nacional tiene en Buenos Aires un poderoso AM generalista (LRA, aunque hace tiempo que no utiliza esta señal distintiva legal) y tres FM temáticas (Clásica, Folklórica y Nacional-Rock). En el resto del país hay AM/FM en la mayoría de las capitales de provincia. y en veinte ciudades más…

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