¡Hombre por el amor de Dios! ¿Quién dijo que para disfrutar de un buen pan hay que estar todo el día en la cocina y acabar con los brazos como el propio Schwarzenegger? Hoy os voy a contar cómo se puede hacer un pan casero que quede bonito, suave, esponjoso y sin necesidad de amasar. No, no es magia, ¡es puro ingenio!
Sabemos que comprar pan de calidad en la tienda se puede ir de las manos en cuanto a gasto se refiere, pero ¿y si te dijera que con cuatro cositas que seguro tienes en casa puedes hacer tú mismo un pan maravilloso? vamos, que Veo que tienes ganas de meter las manos en la masa (aunque sea solo para mezclar).
Ingredientes de la receta:
- Harina de trigo (la de siempre, vaya)
- Agua tibia (no agua fría, nos conocemos)
- Levadura seca (la que lleva siglos en tu despensa)
- Sal (sin excedernos, ¡oye!)
Este pequeñito que a veces ignoramos en la cocina es un campeón. No sólo es lo que le da a nuestro pan esa textura que nos hace decir “¡olé!”, sino que además está lleno de nutrientes y es perfecto para ayudar a que nuestro pan esté el mejor sin salir de casa.
Paso a paso:
En un bol grande para fiestas vierte la harina y haz un agujero en el centro como si fuera un volcán.. Allí agrega la levadura seca y la sal a los lados (no las toques mucho al principio, son un poco como agua y aceite). Agrega poco a poco el agua tibia y con una cuchara de madera o con las manos (pero sin amasar) mezcla hasta que todo se integre y tengas una masa pegajosa pero uniforme.
Ahora viene lo mejor: cubre la masa con un paño húmedo y déjala en un lugar cálido de tu cocina. Olvídalo por unas horas, necesita tiempo para que la levadura haga su magia. Puedes ir a ver una película, leer un libro o lo que quieras. El caso es que cuando volvamos la masa debería haber doblado su tamaño y estar llena de burbujas, como un jacuzzi.
Precalentar el horno a 220°C con una olla de hierro adentro (sí, leíste bien, la olla va al horno). Con cuidado de no quemarte, sacas la olla, metes la masa dentro (aún en su bol, como si fuera un nido), la tapas y se mete al horno. Después de unos 30 minutos con la tapa y otros 15-20 sin ella, deberías tener un pan que ni siquiera se encontraría en la mejor panadería de tu barrio.
Y listo, aquí tienes uno. receta de pan que es tan fácil que casi da risa. Sin amasar, sin equipos sofisticados, solo ingredientes simples y un poco de paciencia.
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