mayo 2, 2024

En tiempos de crisis, la solidaridad se manifiesta. Un ejemplo inspirador de esta solidaridad puede verse en el corazón del Barrio Obrero de Cipolletti, mejor conocido como “el comedor del Trabajador”encabezado por el líder vecinal, Lila Calderón.

Lila, como muchos la conocen, surgió como una figura clave para el barrio. Su dedicación y liderazgo han sido fundamentales para la creación y mantenimiento del comedor, un espacio que no sólo proporciona alimentos esenciales, sino que también se convierte en un punto de encuentro comunitario para jóvenes y niños.

Allí, cada día se reúnen unas 10 mujeres para prepararse más de 100 comidas para familias que no pueden llevar alimentos a sus hogares. No siempre son iguales ya que están organizados para cocinar durante cada día. A veces solos, otras con sus hijos, se les puede ver juntos compartiendo y ayudándose mutuamente.

El comedor se originó en el año 2010 gracias al esfuerzo de la comunidad. “Catorce años después, los vecinos se acercaron nuevamente a nosotros para expresar su necesidad de alimentos”, dijo Lila. Sin embargo, explicó que en medio de la crisis actual mantener abierto el comedor se hace cada vez más difícil, pero la solución la encontraron los propios vecinos quienes decidieron involucrarse activamente en el proceso.

“Vienen a trabajar por un plato de comida, lavan ollas, ayudan al grupo y llevan la comida a casa”, dijo Lila.

La nueva dinámica no sólo refleja la solidaridad de la comunidad, sino que también resalta el compromiso que cada uno de ellos tiene cada día. para garantizar el funcionamiento del comedor.

En este momento «El espacio se sostiene gracias al trabajo de las mujeres del barrio, y las donaciones de alimentos que provienen de personas de la Pastoral Social, vecinos de la ciudad, pero la realidad es que la necesidad es cada vez mayor”.afirmaron.

Ayudarse unos a otros es lo que les motiva. Lila inició el servicio militar muy joven en los años 90, en un contexto similar al actual. Tampoco tenía qué comer en su casa, tenía hijos muy pequeños, pero en lugar de arrepentirse decidió salir y sumarse a las filas de otras mujeres de Cipolletti. “Hoy les enseño a no quedarse en casa, a salir a luchar juntos, unidos y organizados. «Tenemos que encontrar una salida al problema», expresar.


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