Desde hace casi dos semanas, unos 120 yazidíes duermen en la calle tras haberles negado la entrada al campo de refugiados de Serres, en el norte de Grecia, que alberga a cientos de sus compatriotas.
«Hemos estado durmiendo en el suelo durante 12 días», dice Fahad, de 22 años, sentado fuera del campamento.
«Todos los días imploramos que se nos permita entrar en el campamento. Nadie nos ayuda. Tenemos miedo y no tenemos adónde ir».
El campamento alberga a la mayor parte de la comunidad yazidi en Grecia, pero ya no recibe más refugiados, citando problemas de capacidad. Las autoridades griegas dicen que solo admiten mujeres y niños.
«El campamento ya no tiene lugar», dijo una fuente griega a la AFP, bajo el pretexto del anonimato.
«Hay alrededor de 60 camas que estarán disponibles para mujeres o niños si es necesario. Pero la mayoría de los que duermen afuera son hombres jóvenes».
Los yazidíes pertenecen a una minoría de habla kurda. En 2014, miles huyeron de los asesinatos del llamado Estado Islámico en las montañas de Sinjar, en el norte de Irak.
Un equipo especial de investigación de la ONU anunció en mayo de 2021 que había recopilado la «prueba clara y convincente» de que los yihadistas cometieron un genocidio contra los yazidíes.
