Reconocida por sus trufas, aceite de oliva y vino de primera calidad, Istria, la península más grande del mar Adriático, ubicada en el noroeste de Croacia, tiene una fuerte influencia italiana y es conocida por su gastronomía.
La cocina croata varía mucho según la región, pero cada parte de Croacia tiene un plato que se sirve «na žlicu», que significa «en la cuchara». En Istria, es maneštra, una sopa espesa y abundante a base de frijoles que utiliza ingredientes de temporada para hacer un almuerzo saludable y sin complicaciones.
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Maneštra a menudo se sirve para marenda, una comida ligera y económica que se come entre el desayuno y el almuerzo. Durante la marenda, un ritual tan importante para los croatas como la hora del té para los británicos, los trabajadores de Istria toman un descanso, generalmente alrededor de las 10:00 u 11:00, y durante este tiempo sacrosanto, no se hace mucho. Históricamente, los agricultores aprovechaban la oportunidad de sentarse juntos y comer una comida calórica preparada por la madre de la casa para tener la energía necesaria para terminar un día largo e intenso de trabajo en sus tierras.
Ahora, algunos chefs están volviendo a lo básico y centrándose en la generosidad de la tierra. Un restaurante de reciente apertura de la familia croata estadounidense Penavić (que también es propietaria de las bodegas Stanzia Baracija y Clai Winery) está elevando la cocina local de la península. El restaurante Stara Škola («Old School»), ubicado en una antigua escuela primaria renovada en el pueblo de Krasica, en Istria, presenta a los comensales los ingredientes locales utilizados de formas sorprendentes. Pero el restaurante también se mantiene fiel a las raíces de la región con platos caseros como maneštra, un favorito del personal que estará en el menú durante la primavera y el verano de 2023.
En el restaurante Stara Škola, la chef Priska Thuring, nacida en Suiza y criada en Canadá, ha presentado un menú de cinco platos basado en ingredientes de temporada de Istria. Thuring tiene 24 años de experiencia como chef y ha trabajado en prestigiosos hoteles, resorts y restaurantes en Suiza, Canadá, Inglaterra, Alemania y Croacia (Dubrovnik, Rovinj y Zagreb). Su vida personal la llevó inicialmente a Croacia, y recientemente echó raíces en Istria, que ella describe como «una pequeña Toscana» que aún está virgen.
«Toda mi vida he estado buscando un lugar», dijo Thuring. «El único lugar en el que me sentí como en casa fue Istria».
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