El gobierno de Francia corría el riesgo de ser derrocado el lunes por dos mociones de censura presentadas por legisladores furiosos porque el presidente Emmanuel Macron ordenó el uso de poderes constitucionales especiales para forzar la aprobación de un impopular proyecto de ley que eleva la edad de jubilación de 62 a 64 años sin darles un voto.
Una de las mociones fue presentada por Agrupación Nacional de extrema derecha y la otra por un pequeño grupo centrista que ha reunido el apoyo de la izquierda.
El Senado, dominado por conservadores que respaldan el plan de jubilación, aprobó la legislación la semana pasada.
Cada una de las mociones de censura necesita el respaldo de 287 legisladores en la Asamblea Nacional, la cámara baja, para ser aprobada.
Aunque parecía poco probable que las mociones tuvieran éxito, el clima de protesta que las reformas de pensiones de Macron han provocado en el parlamento y en las calles significa que el resultado de la votación en la Asamblea Nacional no está garantizado.
Ninguna moción de este tipo ha tenido éxito desde 1962.
La alianza centrista de Macron todavía tiene la mayor cantidad de escaños en la Asamblea Nacional, pero una minoría de legisladores del Partido Republicano podría desviarse de la línea del partido.
La pregunta es si están dispuestos a derrocar al gobierno de Macron.
Las tensiones políticas se han reflejado en las calles de todo el país por el emotivo tema de las pensiones.
Ha habido protestas y huelgas generalizadas en varios sectores, incluidos el transporte, la energía, la salud y el saneamiento. Los montones de basura en París aumentan cada día más y apestan a comida podrida.
Los sindicatos, exigiendo que el gobierno simplemente retire el proyecto de ley de jubilación, han convocado nuevas protestas en todo el país el jueves.
Si los votos de censura fracasan, el proyecto de ley se considera aprobado.
Si se aprueba la moción de censura, sería un gran golpe para Macron, que probablemente pesaría sobre el resto de su segundo mandato, que finaliza en 2027.
Derrocar al gobierno era «la única forma de detener la crisis social y política en este país», dijo el lunes a la radio France Inter Charles de Courson, el autor de uno de los dos votos de censura y el parlamentario con más años en el cargo en Francia.
