Cuando Jesulin de Ubrique y María José Campanario decidieron unir sus vidas, nadie apostaba por su relación. Sin embargo, desafiando especulaciones y rumores, celebraron una boda secreta que aún hoy es recordada como un evento único en el mundo del corazón.
La boda, que tuvo lugar el 27 de julio de 2002 en la capilla de San Francisco de Paula, en la exclusiva hacienda Benazuza de Sanlúcar la Mayor (Sevilla), estuvo rodeada de un aura de misterio y exclusividad. ¡Una verdadera fortaleza contra los paparazzi!
La ceremonia, presidida por Carmen Bazán como madrina y el padre de la novia como padrino, fue un acto íntimo y elegante. María José, radiante con un vestido diseñado por Antonio Ardón, llegó algo tarde, pero su presencia deslumbró, vistiendo un traje de seda natural y encaje que homenajeaba la tradición familiar.
El banquete, organizado con mimo, estuvo a cargo del reconocido chef Ferran Adrià, que deleitó a los invitados con una exquisita selección de platos. Aunque la lista de invitados fue reducida, destacaron figuras como Francisco Rivera y los campeones de motociclismo Álex Crivillé y Sete Gibernau.
A pesar de las dificultades y expectativas, Jesulin de Ubrique y María José han mantenido su unión a lo largo de los años, demostrando que su amor es más fuerte que cualquier obstáculo. ¡Una historia de amor digna de recordar y celebrar!