mayo 23, 2024

Un nuevo estudio del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU predice un aumento del 2,3% en la economía mundial este año, pero advierte que las perspectivas de recuperación económica mundial siguen siendo sombrías en un contexto de inflación persistente y creciente de las tasas de interés y mayores incertidumbres.

La economía global enfrenta el riesgo de un largo período de bajo crecimiento, ya que los efectos persistentes de la pandemia de COVID-19, el impacto creciente del cambio climático y los desafíos estructurales macroeconómicos siguen sin resolverse, según la última actualización de World Economic Situation and Prospects. informe.

El estudio prevé que la economía mundial crezca un 2,3% en 2023 (0,4% respecto a la previsión de enero) y un 2,5% en 2024 (-0,2 puntos porcentuales), lo que supone un ligero repunte de la previsión de crecimiento global para 2023.

La recuperación del gasto de los hogares ha llevado a revisar al alza la previsión de crecimiento en Estados Unidos, hasta el 1,1% en 2023.

La economía de la Unión Europea, impulsada por la caída del precio del gas y el fuerte gasto de los consumidores, crecerá un 0,9%. El crecimiento de China para este año se pronostica ahora en un 5,3 % como resultado del levantamiento de las restricciones relacionadas con la COVID-19.

A pesar de los avances, el panorama sigue siendo sombrío

A pesar de este repunte en las principales economías, la tasa de crecimiento aún se encuentra muy por debajo del 3,1% promedio registrado en las dos décadas previas a la pandemia.

Para muchos países en desarrollo, las perspectivas de crecimiento se han deteriorado debido al endurecimiento de las condiciones crediticias y al aumento de los costos del financiamiento externo.

Las previsiones indican que en África y América Latina y el Caribe el PIB per cápita aumentará solo marginalmente este año, reforzando una tendencia a largo plazo de estancamiento del desempeño económico.

Se espera que los países menos adelantados crezcan un 4,1 % en 2023 y un 5,2 % en 2024, muy por debajo del objetivo de crecimiento establecido del 7% en la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible.

Un reto para los Objetivos de Desarrollo

Una situación que representa “un desafío inmediato para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, en palabras de Li Junhua, Subsecretario General de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU.

«La comunidad internacional debe abordar urgentemente la creciente escasez de financiación a la que se enfrentan muchos países en desarrollofortaleciendo sus capacidades para realizar inversiones críticas en desarrollo sostenible y ayudándolos a transformar sus economías para lograr un crecimiento inclusivo y sostenido a largo plazo”, aconsejó.

También recordó que el comercio mundial sigue bajo presión por las tensiones geopolíticas, el debilitamiento de la demanda mundial y el endurecimiento de las políticas monetaria y fiscal.

Se prevé que el crece el volumen del comercio mundial de bienes y servicios 2,3% en 2023, muy por debajo de la tendencia previa a la pandemia.

La inflación sigue siendo alta en muchos países

Se espera que la inflación promedio mundial se ubique en 5,2% en 2023, en comparación con el máximo alcanzado durante dos décadas en 2022 (7,5%).

Aunque se espera que las presiones alcistas sobre los precios disminuyan lentamente, En muchos países, la inflación se mantendrá muy por encima de los objetivos del banco central.

En medio de interrupciones del suministro local, altos costos de importación e imperfecciones del mercado, la inflación de los alimentos sigue siendo alta en la mayoría de los países en desarrollo, lo que Afecta desproporcionadamente a los pobres, especialmente a las mujeres y los niños..

La fortaleza de los mercados laborales en las economías desarrolladas es un punto positivo. Por ejemplo, en Estados Unidos, Europa y otras economías desarrolladas, las tasas de empleo continúan resistiendo, tendencia que favoreció un gasto sólido de los hogares.

En este contexto de escasez generalizada de trabajadores y bajas tasas de desempleo, los salarios han aumentado. Las tasas de empleo han alcanzado niveles récord en muchas economías desarrolladas y las diferencias entre hombres y mujeres se han reducido desde la pandemia.

Mayor cooperación política

La extraordinaria fortaleza de los mercados laborales dificulta que los bancos centrales controlen la inflación.

La Reserva Federal, el Banco Central Europeo y los bancos centrales de otros países desarrollados continuaron subiendo las tasas de interés en 2023, pero a un ritmo más lento que el año pasado, que vio el ajuste monetario más agresivo en décadas.

A su vez, las perturbaciones en el sector bancario de Estados Unidos y Europa agregaron nuevas incertidumbres y desafíos a las políticas monetarias.

Si bien la acción rápida de los reguladores ayudó a contener los riesgos para la estabilidad financiera, es probable que las vulnerabilidades en la arquitectura financiera global y las medidas tomadas para contenerlas frenar el crecimiento del crédito y la inversión en el futuro.

El rápido ajuste de las condiciones financieras mundiales plantea riesgos significativos para muchos países en desarrollo y economías en transición. Los desafíos políticos de hoy exigen una mayor cooperación política transfronteriza y una acción global concertada para evitar que muchas economías en desarrollo queden atrapadas en un círculo vicioso de bajo crecimiento y alta deuda.

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