Miles de mujeres serbokosovares recorrieron las calles de Mitrovica para exigir un alivio de las tensiones entre Belgrado y Pristina, mientras una disputa sobre las matrículas de los automóviles amenaza con provocar disturbios.
Los manifestantes se pronunciaron en contra de las multas previstas por las autoridades de Kosovo para aquellos que se nieguen a cambiar las placas de matrícula de sus vehículos emitidas en Belgrado, y en contra de la crueldad a la que dicen que se enfrentan a diario por parte de las autoridades de Pristina.
«Ya hemos tenido suficiente con todo esto», dijo una manifestante, quien agregó que quería vivir en paz.
Las tensiones latentes desde hace mucho tiempo entre Serbia y su antigua provincia han vuelto a aumentar en las últimas semanas por la decisión del gobierno de Kosovo de prohibir las matrículas emitidas por serbios.
Kosovo, que sigue sin ser reconocido por Serbia, quiere que unos 10.000 serbokosovares cuyos vehículos tengan matrículas serbias los sustituyan por matrículas de la República de Kosovo.
El plan por etapas incluye advertencias, multas y, eventualmente, prohibiciones de conducir por negarse a cambiar.
Las dos partes no han logrado llegar a un acuerdo a largo plazo sobre el asunto, a pesar de la mediación de la UE y EE. UU.
El máximo diplomático de la Unión Europea, Josep Borrell, mantuvo largas conversaciones el lunes con los líderes de Serbia y Kosovo y los culpó por no haber resuelto la disputa.
Alrededor de 3.700 cascos azules de la OTAN todavía están desplegados en Kosovo, que declaró su independencia en 2008. Pero ahora algunos temen que este punto muerto pueda conducir a la violencia sectaria entre las dos comunidades de la región.
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