Solo unas pocas horas para ir Iñaki Urdangarín Vuelve a sonreír como no lo habías hecho en mucho tiempo. Han sido tiempos difíciles, con momentos realmente buenos e imborrables. Una montaña rusa de emociones para quienes obtuvieron su libertad condicional hace unas semanas.
Este viernes es la cita. La frase más emotiva para la leyenda del balonmano catalán. Un reencuentro que, esta vez, estará concertado y en el que, si el paparazzi logren hacer su trabajo, captarán sentimientos reales y no escenificados para revistas de cotilleos.
Iñaki Urdangarín regresa a los Estados Unidos. No está exiliado, ni mucho menos. Asistirá a la boda de su sobrino Iñaki Flood, hijo de Cristina, su hermana pequeña. Viajará a Minnesota y se espera que lo haga con tres de sus cuatro hijos: Juan, Miguel e Irene.
Hasta hace unas semanas, tras la difusión de una serie de fotografías en una playa del sur de Francia, la duda era si el ex duque de Palma incluiría en su delegación a su nueva ilusión, Ainhoa Armentia. Al menos hasta hace unos días, según información de familiares del condenado por el Caso Nóos, esto estaba descartado.
En el momento más especial de la última vez para Iñaki UrdangarínAdemás de presencias importantes, habrá ausencias estrepitosas. La primera, una lógica, la de su exmujer infante cristina que, a pesar de seguir teniendo una gran relación con sus suegros, no formará parte del juego.
La última vez que Doña Cristina se reunió con la familia del balonmano catalán fue en 2019, cuando asistió a la boda de otro de los sobrinos, Eamon Patrick Flood, en representación de su entonces marido, ya que éste estaba en celda. también en suelo norteamericano.
Y, como hace tres años, otro de los ausentes será pablo urdangarinsegundo de los hijos de Iñaki Urdangarínque sigue sus pasos. Fue precisamente ese camino el que le impidió estar presente, ya que se encontraba entrenando con el Nantes, equipo que lo acogió antes de ser cedido al Barcelona. Este año se repite la situación, solo que en el club de sus amores, en el que su padre se convirtió en leyenda.
Quizás una de las ausencias más resonantes en el reencuentro de Urdangarines sea la de la matriarca claire liebert. Por cuestiones de distancia y edad, prefirió quedarse y pasar sus vacaciones en su residencia de Bidart, donde tendrá una invitada de lujo: su exnuera, la infante cristina.