El divisa de 25 pesetas de 1995, un objeto codiciado en el ámbito de la numismática, presenta características únicas que lo hacen excepcional en el mercado de coleccionistas. Esta pieza, cuya rareza radica en la ausencia de perforación central, es una auténtica joya. Su valor actual ronda los 225 euros, lo que lo convierte en un artículo muy valorado.
La particularidad de este divisa radica en su impecable diseño y conservación (SC-) que resalta su brillo original. Realizada en cobre, esta pieza con la efigie de Juan Carlos I es una auténtica rareza en el universo de la numismática. Su ausencia de perforación central lo hace aún más especial, convirtiéndolo en objeto de deseo de coleccionistas ávidos de piezas únicas y raras.
En el mercado actual, encontrar un divisa 25 pesetas del año 1995 sin perforación central es una proeza. Esta pieza extremadamente rara representa una valiosa oportunidad para los coleccionistas, ya que su rareza y brillo original la convierten en un tesoro digno de admiración y posesión en selectas colecciones numismáticas. El divisa de 25 pesetas del año 1995 sin agujero es más que una pieza de valor monetario: es una reliquia apreciada por su singularidad y belleza histórica.
El divisa de 25 pesetas de 1995 sin agujero representa un capítulo fascinante de la historia numismática, siendo una rareza codiciada por coleccionistas de todo el mundo. Su escasez e impecable estado de conservación lo convierten en un verdadero tesoro para los apasionados monedas y su valor histórico. Esta pieza, con la efigie de Juan Carlos I, no sólo destaca por su valor monetario, sino también por ser un testimonio tangible de una época pasada, atrapada en un brillo original que habla de su cuidado y conservación en el tiempo.
La ausencia de perforación central en el divisa de 25 pesetas del año 1995 lo sitúa en una categoría única y deseable entre los coleccionistas más exigentes. Su rareza la convierte en una pieza destacada en el mundo de la numismática, destacando tanto su valor económico como su importancia histórica. Esta moneda, más que una simple pieza de cobre, encapsula una valiosa narrativa del pasado y se erige como una joya en colecciones de alto calibre.