mayo 2, 2024

Esta es la historia de uno de esos animales de “cuatro patas” que son incondicionales ante cualquier circunstancia. Algunos tienen la suerte de practicar su filosofía de la libertad y con el sol a la espalda llevan su ternura en sus propias aventuras o en aquellas que optan, por ejemplo, por escalar la montaña solos o en grupo.

Esta es la historia dee un perro pastor que aparece de la nada en los terrenos al pie de la Corona y se suma voluntariamente a los grupos que buscan llegar a la cumbre del emblemático cerro del pueblo de Huinganco.en eso el norte de Neuquén.

Nadie sabe su nombre pero su abrigo tricolor, su amabilidad y su compañía son siempre bienvenidos. Cumple al pie de la letra todas las “tareas” de los montañeros y además consigue llegar a la cima y posar para una foto de recuerdo.

El pastor de ovejas y la laguna La Corona.

Los excursionistas aman tu compañía.

Giselle “Gise” Tapia y Adrián “Pela” Retamal son excursionistas y montañeros de Huinganco y son muy reconocidos en la región por la actividad que realizan y que cada vez cautiva a más seguidores. Ambos han sido testigos de la fidelidad demostrada por el pastor de ovejas que alcanzó la cima de Corona moviendo la cola y demostrando también su felicidad por el logro. “Empecé a caminar desde Huinganco y en el sendero salió y empezó a seguirme. Así que tuve suerte de que él fuera y volviera conmigo. “Es muy fiel y muy compañera”retamal dijo Mejor informado. También agregó que llegó al cruce muy cerca de una conocida cabaña huinganquina y luego estuvo a su lado durante todo el recorrido hasta llegar al Cerro Corona se encuentra a casi 3.000 metros sobre el nivel del mar. ese entrenamiento Es parte de la cordillera de la Cordillera del Viento que comienza al pie del pueblo de Andacollo. por tu parte Giselle Tapia, profesora de educación física y amante de la naturaleza y la montaña, También ha tenido la suerte de compartir la dulce compañía del perro pastor y juntos realizar la ansiada cumbre.

Adrián Retamal y Giselle Tapia en un descanso.
Adrián «Pela» Retamal en el hito de la cumbre de Corona.
Giselle Tapia con la bandera izada en la cumbre.

Una ruta de descenso poco convencional

Cerro Corona es muy apreciado tanto por los hermosos paisajes que se apoderan de su altitud así como por la posibilidad que ofrece de apreciar desde sus faldas toda la hermosa geografía que lo rodea. “El cerro es muy significativo porque tiene una belleza extraordinaria. Cada vez que lo subes podrás encontrar algo diferente que apreciar. He perdido la cuenta de cuantas veces he ido, pero siempre lo elijo. Me encanta», dijo la joven. Con respecto a perro montañero dijo que “Siempre está cerca de la entrada que existe para llegar al pie del cerro donde quedan los vehículos. Luego te acompaña todo el camino y cuando volvemos y subimos a nuestros vehículos ya se va sola a su casa. La verdad es que no sabría decir a quién pertenece pero es muy gratificante cada vez tener su compañía.».

Giselle tiene en su haber varias cumbres en cerros y volcanes de la región como Tromen y el Domuyo. En el verano de este 2024 conquistó su cuarta cumbre en el “techo de la Patagonia”.

El fin de semana pasado subieron junto con su amigo “Pela” Retamal y llegaron a la cumbre del Corona y luego para bajar eligieron una ruta poco convencional. “No regresamos por el lado que sube, que es el canal, sino que regresamos por la laguna. Por ese otro camino se puede observar Andacollo y Huinganco desde las alturas.”, dijo el profesor de educación física de la EPA 4 y CEF 5 de Chos Malal. Ella añadió que “Al hacer este recorrido pudimos estar al otro lado de la laguna en una parte llamada La Playita y pudimos tener el premio de tomarle una foto a esa mítica laguna desde arriba y desde otro lugar de lo habitual”.

Giselle Tapia en lo alto de la laguna La Corona.
Adrián Retamal en La Playita de la laguna La Corona.
Giselle Tapia y la alegría de disfrutar del hermoso paisaje.


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