mayo 7, 2024

Reducir el número de horas de la jornada laboral y flexibilizar los acuerdos de tiempo de trabajo, como los que se aplicaron durante la crisis del COVID-19, puede beneficiar a economías, empresas y trabajadores, y sentar las bases para una mejor y más sana conciliación entre el trabajo y la vida privada vida, destaca un nuevo informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

El estudio examina los dos aspectos principales del tiempo dedicado al trabajo: el horario y la organización de la jornada laboral y sus efectos en el rendimiento de las empresas y en la conciliación de la vida laboral y privada de las personas.

El análisis revela que una parte significativa de la fuerza laboral global trabaja aproximadamente un día estándar de ocho horas y una semana de 40 horas. Sin embargo, se puede observar que más de un tercio de estos trabajadores dedican más de 48 horas semanales a su trabajo, mientras que una quinta parte de la población activa mundial trabaja menos de 35 horas semanales. Los trabajadores de la economía informal tienen más probabilidades de trabajar jornadas largas o cortas.

El informe también analiza las distintas modalidades de la jornada laboral y sus efectos en la conciliación de la vida profesional y privada, como los sistemas de trabajo por turnos, las guardias, los horarios comprimidos y el cómputo de horas anuales.

Al mismo tiempo, advierte que los aspectos positivos de algunos de estos sistemas, como la mejora de la vida familiar, pueden ir acompañados de otros costes, como mayores desequilibrios entre hombres y mujeres y riesgos para la salud.

Trabajo remoto en Bali, Indonesia.

La jornada reducida y el teletrabajo cambian las reglas del juego

Otro aspecto analizado fueron las medidas gubernamentales para las empresas ante la pandemia del COVID-19, que ayudaron a que las empresas siguieran operando y los trabajadores no perdieran sus empleos.

El estudio confirma que el aumento del número de trabajadores con jornada reducida contribuyó a evitar la pérdida de puestos de trabajo. Los cambios a largo plazo también son evidentes: “La implantación a gran escala del teletrabajo en casi todas las partes del mundo donde era posible hacerlo, cambió… la naturaleza del empleoy probablemente lo hará más en el futuro previsible”, afirma el informe.

Las medidas adoptadas durante la pandemia demostraron que Dar a los trabajadores más flexibilidad sobre cómo, dónde y cuándo trabajar puede ser rentable tanto para los trabajadores como para las empresas.Por ejemplo, mejorando la productividad. Por el contrario, restringir la flexibilidad conlleva costos sustanciales, como una mayor rotación de personal.

“Existe una cantidad considerable de evidencia de que las pólizas de balance de vida brindan importantes beneficios a las empresas, lo que respalda el argumento de que este tipo de pólizas son beneficiosas tanto para los empleadores como para los empleados”, dice el informe. .

Sebabatso Nchephe (derecha), de 18 años, conversa de forma remota con su mentora, Pretty Jagivan (en la pantalla) en las oficinas de Roche Pty Ltd en Sandton, Sudáfrica.

UNICEF/Karin Schermbrucker

Informe de recomendaciones

  • Las leyes y reglamentos sobre el tiempo de trabajo sobre el número máximo de horas de trabajo diarias y los períodos de descanso reglamentarios son logros que pueden contribuir a la salud y el bienestar a largo plazo de una sociedad y no deben ponerse en peligro.
  • Las horas de trabajo más largas generalmente se asocian con una menor productividad, mientras que las horas más cortas se asocian con una mayor productividad.
  • Los países deben aprovechar las lecciones aprendidas del COVID-19 e incluir modalidades de empleo a tiempo parcial con los mayores beneficios posibles, no solo para mantener el empleo sino también para sostener el poder adquisitivo y crear la posibilidad de amortizar los efectos de las crisis económicas.
  • En muchos países son necesarias medidas públicas para favorecer la reducción de la jornada laboral, con el fin de promover tanto un adecuado equilibrio entre la vida laboral y personal, como una mejora de la productividad.
  • El teletrabajo contribuye al mantenimiento del empleo y crea un nuevo espacio para la autonomía de los empleados. Sin embargo, esta y otras modalidades de trabajo flexible deben ser reguladas para contener sus posibles efectos negativos, a través de políticas como el muchas veces llamado “derecho a la desconexión” del trabajo.

Continuar leyendo este Titular: La flexibilidad laboral, un negocio redondo para los trabajadores y las empresas