La falta de municiones plantea una seria amenaza al control de Ucrania sobre su línea de frente de 1.000 kilómetros, que enfrenta implacables ataques de la artillería rusa que ponen en peligro las posiciones defensivas.
En la región de Zaporizhzhia, los soldados ucranianos están utilizando con moderación las municiones que les quedan para resistir las ofensivas rusas.
«Si no hay un objetivo real, no disparo. Así mañana tendré munición todavía», dijo el comandante de artillería Olexander.
El El jefe del ejército ucraniano anunció el sábado que estaba retirando tropas de la ciudad de Avdiivka para preservar la vida de los soldados. Según la Tercera Brigada de Ucrania, los aviones de combate rusos habían lanzado unas 60 bombas por día en la zona, además de lanzar asaltos con vehículos blindados e infantería.
El mismo día, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, hizo un llamamiento a los aliados occidentales desde la Conferencia de Seguridad anual de Múnich para que siguieran suministrando armas al país, advirtiendo que un «déficit artificial» de armas estaba dando a Moscú un respiro.
El país devastado por la guerra ha estado lidiando con una escasez crítica de municiones desde principios de año y un informe de Bloomberg destacó el mes pasado que las fuerzas ucranianas tienen sólo 2.000 proyectiles para disparar cada día a lo largo de toda la línea del frente, frente a los 7.000 del verano.
La disminución de las existencias de artillería de largo alcance suministrada por Occidente es particularmente preocupante, ya que impide que las fuerzas ucranianas apunten a activos importantes en lo profundo del territorio ruso, donde se concentra el personal y el equipo pesado.
Los informes desde el frente indican que algunas unidades de artillería operan con sólo el 10 por ciento del suministro requerido. En un esfuerzo por conservar los proyectiles, los líderes militares han ordenado a las unidades que apunten sólo a objetivos específicos. Sin embargo, los comandantes terrestres argumentan que esta estrategia es insuficiente para contrarrestar a sus adversarios mejor equipados.
Días antes de la caída de Avdiivka, la Casa Blanca había dicho que tal acontecimiento se debería «en gran parte» al hecho de que las fuerzas ucranianas se están quedando sin municiones de artillería.
La falta de ayuda financiera de Estados Unidos preocupa al ejército ucraniano en el terreno. El Congreso ha retrasado durante semanas un paquete de ayuda por valor de unos 55.000 millones de euros.
«Se supone que este dinero se destinará a la producción de explosivos por parte de la OTAN, que luego nos serán entregados. Pero, lamentablemente, las cosas van muy lentamente. Y esta lentitud y disminución de la ayuda la pagamos con las vidas de nuestros soldados». «, dijo un brigadier ucraniano.
Existe una creciente preocupación de que sin ayuda militar urgente, la caída de Avdiivka pueda repetirse en otras zonas a lo largo de la línea del frente.
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