Juntos por el Cambio petrificado empieza a ver fantasmas

Llaryora Schiaretti 4P.jpg

Juntos por el Cambio cae en el juego del peronismo.

Aunque Luis Judge y Rodrigo De Loredo no comparten partido, hay un vínculo que los une. Una empresa que supo ganar con contundencia las elecciones legislativas de 2021.

Además, se hizo presente la táctica peronista de dividir. Ahora, influir en la oposición también está a la orden del día.

En 2019, las cosas resultaron de la peor manera para Juntos por el Cambio. En un giro insólito de los acontecimientos, tanto Mestre como Negri separaron listas y entregaron la renovación en bandeja a Schiaretti.

Al respecto, el propio Ramón Mestre admitió que hoy ve un escenario de condiciones similares. Aunque parece lejos de ser una lista dividida, Juntos por el Cambio podría toparse con un escollo similar.

“Habíamos dicho que en noviembre no habría actividad por el Mundial, y que después vendrían los días festivos y vacaciones, y seguimos igual”, confesó el exalcalde de Córdoba a Obispo diario. Actualmente, la amenaza es diferente.

Con el oficialismo reteniendo la fecha electoral, Juntos por el Cambio podría encontrarse sin tiempo para realizar una interna que armonice relaciones. El factor sorpresa, con el que juegan en el gobierno provincial, puede ser muy perjudicial si pilla desprevenida a la coalición opositora.

“Estamos viviendo lo mismo que en 2019, aunque en ese momento yo quería hacer las prácticas en octubre de 2018”dijo el ex candidato. Por supuesto, tales declaraciones no son solo advertencias inocentes.

Mestre se lesionó tan gravemente en 2019 que aún no lograba recuperar un espacio concreto dentro de Juntos por el Cambio. La tensión entre Judge y De Loredo volvió a dejarlo fuera de la ecuación.

Sin embargo, los síntomas son compatibles. La realidad indica que si Juntos por el Cambio no resuelve lo básico de inmediato (como el método de competencia interna), es muy probable que te encuentres con un precipicio antes de lo esperado.