Los abogados del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, dicen que están demandando a la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos (CIA) y a su exdirector Mike Pompeo.
La demanda acusa a la CIA de grabar las conversaciones de los abogados con Assange y copiar los datos en sus teléfonos y computadoras.
Afirman que la agencia violó su derecho constitucional estadounidense a la privacidad con su cliente.
Assange enfrenta la extradición a Estados Unidos, donde está acusado de publicar archivos diplomáticos sobre las guerras en Afganistán e Irak en 2010.
El ciudadano australiano ha apelado la Decisión del Reino Unido de conceder la solicitud de extradición. Los cargos en su contra podrían resultar en una sentencia de prisión de hasta 175 años.
La denuncia contra la CIA fue presentada el lunes por las abogadas Margaret Ratner Kunstler y Deborah Hrbek, y los periodistas Charles Glass y John Goetz.
Afirman que la CIA trabajó con una firma de seguridad contratada por la embajada ecuatoriana en Londres, donde Assange se había refugiado bajo asilo político, para espiar al fundador de WikiLeaks, sus abogados, periodistas y otras personas que conoció.
El abogado Robert Boyle dijo que el derecho de Assange a un juicio justo había sido «contaminado, si no anulado» porque «el gobierno ahora conoce el contenido de esos intercambios».
«Debe haber sanciones, hasta e incluyendo la desestimación de estos cargos o el retiro de la solicitud de extradición, en respuesta a tales actividades claramente inconstitucionales», dijo a los periodistas.
La demanda también afirma que Undercover Global, la empresa de seguridad con sede en España, recopiló datos en los teléfonos móviles de los abogados, colocó micrófonos en la embajada ecuatoriana y envió imágenes de CCTV a la CIA.
Según el documento judicial, Pompeo «estaba al tanto y aprobó» la operación.
