Italia conmemoró el vigésimo aniversario de los mortíferos terremotos que azotaron las regiones de Molise y Puglia en 2002.
La mayoría de las 30 víctimas del desastre murieron cuando el edificio de una escuela se derrumbó en el pequeño pueblo de San Giuliano di Puglia.
Un total de 27 niños y su maestra murieron en la escuela Francesco Jovine después de que un sismo de magnitud 6.0 sacudiera la ciudad el 31 de octubre.
Otras dos mujeres murieron por la caída de escombros y otras 100 en la región resultaron heridas, incluidas otras 30 personas que se encontraban dentro de la escuela.
El lunes se llevó a cabo una ceremonia en el cementerio de la ciudad, a la que asistieron el alcalde Giuseppe Ferrante, los parlamentarios locales y las familias de las víctimas.
Los funcionarios declararon que el aniversario del desastre sirve como un recordatorio de la importancia de la seguridad escolar.
«Nadie puede restaurar la vida de los 27 ángeles y su maestro», dijo el legislador centrista Lorenzo Cesa, de Molise.
«Podemos, sin embargo, asegurarnos de que tragedias como esta en San Giuliano nunca vuelvan a suceder».
