Según los informes, al menos 25 personas murieron y decenas más resultaron heridas después de lo que las autoridades ucranianas dijeron que fue un ataque con misiles contra un convoy humanitario en la región de Zaporizhzhia.
Misiles antiaéreos que Moscú ha reutilizado como armas de ataque terrestre llovieron sobre un punto de reunión donde los automóviles esperaban para partir hacia el territorio ocupado por Rusia, en un esfuerzo por traer de vuelta a los miembros de la familia al frente, dijo el subdirector de Oficina presidencial de Ucrania, Kyrylo Tymoshenko.
El ataque dejó cráteres profundos y envió metralla a través de los vehículos alineados del convoy humanitario, matando a sus pasajeros. Los edificios cercanos también fueron demolidos en el ataque.
«Los equipos de rescate estaban trabajando en el lugar, 10 automóviles y 50 empleados del personal ayudaron a evacuar a los heridos y sacaron los cuerpos», dijo Yulia Barysheva, portavoz del Servicio de Emergencia de Ucrania en Zaporizhzhia. «Se planearon 240 automóviles en este convoy, y debían abandonar la ciudad en el mismo momento en que ocurrió el ataque aéreo».
El Kremlin no comentó de inmediato sobre el incidente, pero los funcionarios instalados por Moscú en Zaporizhzhia culparon a las fuerzas ucranianas por el ataque.
Los ataques se produjeron cuando Moscú anunció formalmente la anexión de cuatro regiones ucranianas, después de que se celebraran los llamados «referéndums falsos» en Donetsk, Luhansk, Kherson y Zaporizhzhia.
