El ministro de Defensa, Sergei Shoigu, ordenó el miércoles que las tropas rusas se retiraran de la orilla occidental del río Dnipro ante los ataques ucranianos cerca de la ciudad sureña de Kherson.
El anuncio marcó una de las retiradas más importantes de Rusia y un posible punto de inflexión en la guerra, que ahora se acerca al final de su noveno mes.
Shoigu dijo en televisión que «procedería con la retirada de los soldados» tras una propuesta del comandante de las operaciones rusas en Ucrania, el general Sergei Surovikin.
Surovikin, al mando general de la guerra, reconoció que «no fue una decisión nada fácil» de tomar, pero explicó que ya no era posible abastecer a la ciudad de Kherson. Dijo que proponía tomar líneas defensivas en la orilla este del río.
La noticia siguió a semanas de avances ucranianos hacia la ciudad y una carrera de Rusia para reubicar a más de 100.000 de sus residentes.
«Salvaremos las vidas de nuestros soldados y la capacidad de combate de nuestras unidades. Mantenerlos en la orilla derecha (occidental) es inútil. Algunos de ellos pueden usarse en otros frentes», dijo Surovikin.
Kherson es la única capital regional que las fuerzas rusas tomaron durante la guerra de ocho meses.
El anuncio había sido anticipado por influyentes bloggers de guerra de Rusia, quienes lo describieron como un golpe amargo.
“Aparentemente dejaremos la ciudad, no importa cuán doloroso sea escribir sobre eso ahora”, dijo el blog War Gonzo, que tiene más de 1,3 millones de suscriptores en Telegram.
«En términos simples, Kherson no se puede sostener con las manos desnudas», dijo. «Sí, esta es una página negra en la historia del ejército ruso. Del estado ruso. Una página trágica».
El martes por la noche, un comunicado militar ucraniano acusó a las tropas rusas de continuar saqueando y destruyendo infraestructura en Kherson.
