Después de la creación de las Naciones Unidas, todos pensábamos que la paz y los logros de las conquistas sociales serían permanentes, pero, con el paso de los años, “hemos despertado de ese sueño” y hoy nos encontramos en un mundo dividido y contaminado, por lo que hoy debemos reunirnos para buscar soluciones, discutir, debatir y dar un paso adelante: “es ahora o nunca”, dijo este martes el presidente de Guatemala en su intervención en el debate de alto nivel de la Asamblea General.
“Con la misma voluntad que asumimos los desafíos que nos planteó la pandemia del COVID-19 hace más de dos años, con el mismo ímpetu, hemos trabajado para superar sus efectos y las consecuencias de otros eventos mundiales que han demostrado cuán interdependientes somos seres humanos”, dijo Alejandro Giammattei.
El mandatario guatemalteco denunció que la falta de acceso equitativo al mercado mundial de vacunas contra el coronavirus, que impidió salvar la vida de decenas de miles de personas, y que el COVID-19 “nos mostró que hay situaciones y amenazas que no no reconocemos fronteras ni categorías, que todos los estados del mundo somos vulnerables y que no estamos preparados para enfrentarlo de manera global, pero sobre todo solidaria”.
Una situación que se puede superar con unidad y encontrando el equilibrio entre la salud de las personas y la economía y buscando el bien común, cuando el producto interno bruto del país creció un 8% el año pasado.
Luego resaltó los estragos causados por el cambio climático en Centroamérica al señalar que continúan recuperándose de los desastres causados este año y en años anteriores “sin que el mundo industrializado, que es el verdadero causante de esta catástrofe, responda con soluciones a lo que han causado.»
Recordó que su país es una de las veinte naciones que alberga más del 70% de la diversidad biológica del planeta y que enfrenta constantemente amenazas que ponen en peligro el patrimonio natural de Guatemala y de la humanidad.
En cuanto a los avances ambientales, adelantó que para el 2032 espera que se supere el 80% de la producción de energía a través de fuentes renovables.
Sin embargo, anunció una crisis de inseguridad alimentaria y nutricional que deja “más hambre ante la indolencia de los países que más tienen frente a los que tienen poco o nada”.
El tráfico de migrantes es un problema de seguridad nacional
Entre las principales causas del fenómeno migratorio enumeró los factores económicos y los relacionados con el cambio climático y que su Gobierno trabajó en soluciones estructurales que, de cara al futuro, es lo único que permitirá frenar la migración irregular.
“Para ello, hemos impulsado un paquete de leyes que estimule la inversión con la seguridad jurídica necesaria que permita la generación de empleo para atender las necesidades básicas de la población, así como una ley que promueva la vivienda social”, explicó. .
También destacó que el tráfico de migrantes se ha convertido en un tema de seguridad tanto nacional como transnacional y que se han detenido «flujos irregulares masivos de migrantes» que venían de naciones «regionales y extrarregionales».
En este sentido, mencionó la aprobación de la ley contra el tráfico ilícito de migrantes y llamó a los gobiernos regionales a trabajar juntos, contando con «un enfoque homogéneo de la migración irregular y la legislación necesaria».
A nivel internacional, Giammattei se sumó “al clamor mundial por el fin de la guerra en Ucrania y las amenazas contra la soberanía de Taiwán e Israel”.
