El gobierno francés dijo que no cederá en su plan para aumentar la edad de jubilación a 64 años antes de las huelgas y protestas nacionales previstas para el martes.
Actualmente, los trabajadores en Francia pueden comenzar a cobrar sus pensiones a la edad de 62 años. Pero la administración del presidente Emmanuel Macron quiere elevar la edad de jubilación a 64 años para 2030.
Posponer el cambio «ya no es negociable», advirtió el lunes la primera ministra Elizabeth Borne.
Sin embargo, podría haber espacio para el compromiso en algunas áreas, ya que los comités parlamentarios comenzaron a examinar el proyecto de ley el lunes.
Macron prometió que presentaría la medida antes de ser reelegido en abril de 2022, pero la oposición a la medida ha crecido más que nunca después de que alrededor de 1,1 millones de personas marcharon por pueblos y ciudades francesas el 19 de enero paralizando los viajes a nivel nacional.
Los opositores de izquierda de Macron también criticaron la medida y presentaron más de 6.000 enmiendas al proyecto de ley con la esperanza de retrasar la medida.
Según las estadísticas, las manifestaciones del 19 de enero fueron las manifestaciones más grandes vistas en el territorio desde que el expresidente Nicolas Sarkozy introdujo la última ronda de reformas de las pensiones en 2010.
Los sindicatos dijeron que quieren que se abandone la legislación y han movilizado a profesionales de las industrias de educación, transporte y manufactura, entre otras, antes de las huelgas del martes. Han advertido que vendrán más paros.
Francia tiene una de las edades de jubilación más bajas de cualquier economía europea importante.
El operador ferroviario RATP dijo que la mayoría de los servicios ferroviarios de metro y suburbios en París se verán afectados el martes y operarán con un servicio mínimo.
Su competidor SNCF dijo que solo uno de cada tres trenes TGV de alta velocidad operará el martes, mientras que también se esperan interrupciones en los aeropuertos franceses y en los servicios ferroviarios transnacionales.
