Apasionada y feroz hasta el final de sus días, así fue lupe velez la icónica actriz mexicana que tuvo una vida como diva del cine de oro y que gracias a su talento y belleza abrió puertas en la industria de Hollywood que en la década de 1930 estuvo plagada de machismo y racismo, al punto de llamarla «tamal caliente»pero eso no fue impedimento para que pisara fuerte y ganara papeles protagónicos que la llevaron a la cima de la fama.
Su carácter explosivo y apasionado hizo que también se la conociera como el «huracán mexicano», pues pasaba de un estado de euforia y alegría a un enfado abrasivo que la sacaba de toda cordura. Ella misma afirmó ser un demonio, por lo que lo dejó reflejado en una firme respuesta dada a la prensa:
“¿La historia de mi vida? Es la historia de un demonio. ¿Y quién quiere imprimir la historia de un demonio? Soy salvaje, no puedo evitarlo”, aseguró cuando le preguntaron sobre sus apasionados romances con la icónica estadounidense. actores
Lupe, un huracán en la vida y el cine
Ofreció una cena en su casa donde fue feliz, conversó con sus amigas, bebió, rió y al despedirse fue a su habitación, preparó la ropa con la que quería pasar sus últimos momentos de vida, se maquilló. , llenó su dormitorio de velas y flores. y se dispuso a tomar 64 pastillas del sedante secodal con unos tragos de brandy, así que se acostó en su cama y esperó los últimos momentos de vida.
Algunos dicen que se arrepintió después de tomar la poderosa droga, por lo que corrió al baño e intentó vomitarla, pero ya era demasiado tarde. Dicen que su empleada doméstica encontró su cuerpo inerte con la cabeza en el inodoro, pero esa es una versión que nunca se pudo confirmar y que quedó registrada en el libro Hollywood Babilonia, lo que hizo su leyenda aún más grande.
se enamoró de Gary Cooper y Johnny Weissmüller, pero fue con el primero con quien tuvo un tórrido romance lleno de altibajos y momentos de violencia al punto de intentar apuñalarlo con un cuchillo cuando estaban cocinando, también quería romper la ventana de un tres para ir a donde estaba y como si fuera poco lo atrapó con un arma en la mano en una estación de tren para evitar que huyera a Europa, le disparó, pero no impidió que se fuera.
Vélez marcó a Cooper, quien dijo que la mexicana, nacida en San Luis Potosí en 1906, era cautivadora. «No podías evitar sentirte atraído por Lupe Vélez», escribió décadas después, diciendo que «brilló, irrumpió y brilló, y en el set era capaz de tirar cosas si pensaba que ayudarían», esa fue solo una. de los tantos romances que vivió apasionadamente la diva del cine, pero no fue quien condujo a un atentado contra su vida.
Lupe Vélez se quitó la vida por falta de amor
Fue en el año 1943 cuando conoció al actor francés harald ramond de quien se enamoró perdidamente y quedó embarazada, pero él se negó a hacerse cargo del bebé, por lo que ella, desilusionada, decidió terminar con su vida, ya que no podía afrontar ser madre soltera por su religión católica.
Según Gabriel Ramírez, autor del libro «Lupe Vélez, la actriz que escupía fuego», la bebé en realidad pertenecía a Arturo de Córdova, quien habría tenido un romance con Harald Ramond que fue descubierto por la actriz y el golpe emocional fue tal tan grave que decidió acabar con su vida en diciembre de 1944, cuando sólo tenía 36 años y estaba en el mejor momento de su carrera.
