Cinco días después de que Turquía y Siria fueran sacudidas por un terremoto catastrófico, ambos presidentes visitaron áreas que quedaron devastadas por su impacto.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, visitó un centro de ayuda en la ciudad de Adiyaman, un lugar muy afectado por el sismo de 7,8 grados el lunes por la mañana. Mientras tanto, su homólogo sirio Bashar al-Assad visitó Alepo, la segunda ciudad más grande de Siria.
El temblor de magnitud 7,8 golpeó la región fronteriza entre Turquía y Siria, un área donde viven más de 13,5 millones de personas. Alrededor de 23.000 personas han muerto hasta ahora debido al desastre natural.
Erdogan en Adiyaman
El gobierno turco ha distribuido millones de comidas calientes, así como tiendas de campaña y mantas, pero todavía luchaba por llegar a muchas personas necesitadas.
En declaraciones a la prensa, Erdogan dijo que «las palabras no son suficientes» para describir el dolor que se siente en todo el país.
Aunque consciente de la escala de la tarea por delante, el presidente turco dijo que los esfuerzos de búsqueda y rescate continuarán hasta que nadie quede atrapado bajo los escombros de los miles de edificios destruidos.
Prometió reconstruir el área dentro de un año y también dijo que el gobierno subsidiaría los alquileres por un año para las personas que no estén dispuestas a quedarse en tiendas de campaña.
Erdogan, que se enfrenta a duras elecciones en mayo, ha reconocido una lenta respuesta del gobierno en las etapas iniciales del terremoto.
