Las secuelas del brusco salto del dólar en la última semana de abril se prolonga por estos días no sólo en cuanto a caída de precios y ventas sino también en cuanto a oferta, incluyendo alimentos sensibles como el aceite, el azúcar y el arroz. Aún en este contexto en el que ministros y funcionarios buscan un nuevo acuerdo de precios y al mismo tiempo no quedarse sin silla después del 10 de diciembre, el sector de supermercados santafesinos se encuentra en medio de nuevos cambios.
Confirmación de la construcción de un nuevo local El gallego en Funes Es sólo la punta del iceberg de un proceso que tiene activa la familia braunque avanza en la búsqueda de expandirse con El anónimo por las ciudades intermedias de la provincia como Esperanza y Reconquista. Aunque nunca descarta, a pesar de reiteradas negociaciones, llegar finalmente a Rosario, mientras sigue mirando a los demás.
Mientras tanto, la cadena de supermercados libertad obtuvo aprobación para reducir su superficie en Rosario para destinarla a la ampliación del espacio de la sanatorio de mujeresel desembarco de la firma de hamburguesas Mostaza y termine convirtiéndose definitivamente en el centro comercial de la zona sur.
También hay varios actores que están explorando nuevas fórmulas o adquiriendo directamente cubrebocas ya existentes. Otros esperan que en algún momento los datos de población del Censo realizado el año pasado por la indecya que con un crecimiento oficial de habitantes permitirá aumentar la cantidad de metros cuadrados de superficie que se destinan a la ley de grandes superficies.
Mientras no pocos se fijan en el modelo multitienda. Unos para frenarlo, otros para imitarlo. Predomina el modelo de cercanía.
El descenso de actividad en otras áreas les está llevando a avanzar en la definición de posibles suspensiones o despidos. Sensible a estos posibles movimientos, el ministro de Trabajo provincial, Juan Manuel Pusineri, convocó a constructores y al sindicato de la Uocra la próxima semana para analizar la situación. La paralización de las obras públicas nacionales, el alargamiento de los tiempos de pago en la provincia y el hecho de que no se venda un apartamento en la privada complican aún más el escenario.
hay historicos constructores que están cambiando su fórmula de desarrollo de proyectos por otros mucho más pequeños en el Fisherton y áreas del norte de la ciudad. Los condominios parecen ser esa salida para capear la tormenta económico-política actual. El término medio para muchos entra directamente casi en el terreno de lo esotérico en este punto.
