En algunas regiones geográficas o estaciones cálidas del país, el ambiente no es lo suficientemente frío para almacenar granos por debajo de una temperatura razonable.
Esto ocurre en la zona centro-norte del país durante parte del año y también en otras regiones durante la temporada de verano. Por ello, un equipo de especialistas del INTA Paraná -Entre Ríos- brinda recomendaciones para la implementación y uso eficiente de la refrigeración artificial como una alternativa disponible.
“Si la humedad del grano es superior a la humedad de recepción, el secado es la principal herramienta. Otro factor importante sobre el que actuar es la temperatura del granel. Esta práctica es de fundamental importancia ya que los hongos y, en particular, los insectos son sensibles a la temperatura. Por debajo de los 17 °C, el desarrollo y la reproducción de la mayoría de las especies de insectos plaga se limita significativamente, con lo que el desarrollo de las poblaciones y sus daños al grano son menores”, explicó Rubén Roskopf, profesional del INTA Paraná. .
Además, según Roskopf, la respiración de los granos almacenados aumenta con la temperatura, y cada aumento de temperatura de 4 a 5 °C duplica la tasa de respiración: «Un aumento en la temperatura y la humedad dará como resultado una mayor actividad metabólica, que será reflejado en un menor tiempo de almacenamiento por pérdida de peso y calidad del grano”, dijo.
¿Cómo disminuir la temperatura de los granos?
La refrigeración artificial consiste en enfriar los granos utilizando equipos de refrigeración para acondicionar artificialmente el aire ambiente y aplicarlo a los granos almacenados a una temperatura inferior a la ambiente, a expensas del consumo de energía eléctrica.
Para llevar a cabo este proceso, “se debe contar con una instalación eléctrica adecuada para atender el consumo eléctrico, ya que una unidad con una capacidad frigorífica promedio de 300 toneladas por día tiene un consumo aproximado de 45-50 kilovatios por hora”, explicó Roskopf.
Aunque el equipo puede trabajar sin limitaciones climáticas, incluso durante la lluvia, la eficiencia del trabajo es mayor con temperatura ambiente baja y por la noche. “Los equipos pueden ser movidos dentro de la planta de silos o compartidos entre plantas y todos son programables en cuanto a temperatura y algunos también en cuanto a humedad relativa del aire a soplar”, indicó el especialista del INTA quien explicó que para conectar los equipos a del silo, los ventiladores normalmente se retiran y la unidad de refrigeración (que tiene su propio ventilador) se conecta a los conductos de aireación a través de un manguito aislado térmicamente.
¿Cuánto cuesta enfriar artificialmente un silo?
Al programar el enfriamiento artificial se debe considerar la amortización del equipo (o su alquiler) de acuerdo a su capacidad frigorífica y al valor del grano a refrigerar. Por otro lado, el costo de operación estará dado principalmente por el consumo de energía. Pruebas realizadas por el INTA reportan consumos que oscilan entre 2,5 y 4,1 kWh/t refrigerado.
En esa línea, Roskopf ejemplificó que bajar la temperatura de 1.000 toneladas de maíz de 30 a 15°C demandará el consumo de aproximadamente 3.300 kWh. “Con estos consumos y el valor de los kW de energía local, cada planta puede calcular el costo de enfriar un silo. El consumo de energía disminuye en regiones con menor temperatura ambiente y aumenta con menor temperatura final del grano y granos más secos”, señaló.
